¡Qué ganas teníamos de visitar el embalse de la Jarosa y hacer una de las rutas que parte de este precioso rincón de la sierra de Guadarrama! Lo intentamos durante el confinamiento, cuando solo podíamos movernos por la Comunidad de Madrid y todos íbamos a los mismos sitios, pero fue misión imposible. Por fin esta primavera, sin restricciones apenas en el horizonte (solo llevar mascarillas en hospitales, transporte público y ciertos establecimientos como farmacias) probamos suerte y este ha sido el resultado: ¡bellos recuerdos!
Ruta del agua por la sierra de Guadarrama y paseo por el embalse de la Jarosa
Llegar al embalse de la Jarosa es muy sencillo desde Madrid capital. Carretera de la Coruña (A6) y toma el desvío que pone Guadarrama. Si te lo pasas, no te preocupes, puedes desviarte en El Escorial y seguir las indicaciones. Cuando llegues al pueblo, prosigue hacia embalse de la Jarosa.
Sube el coche hasta el primer parking y justo en este punto empieza la ruta. Otra opción es seguir con el automóvil el camino que bordea el embalse y dejarlo en el aparcamiento de la Jarosa II, pero el paseo a orillas del embalse te lo perderías y realmente merece mucho la pena. ¡Solo tienes que ver las fotos que te muestro!
En lugar de tomar el camino asfaltado que puede estar repleto de vehículos, mi consejo es que pases por algunas de las entradas de los pescadores y comiences tu camino hasta el otro extremo del embalse. Se reconoce bien porque está todo muy, muy, muy verde. Puede que en algunos tramos la cosa se complique y tengas que brincar sobre el agua de una orilla a otra, pero que sea inviable. Si es así, salte por una de las puertas de pescadores y vuelve a acceder por la siguiente. Suele haber una cada 100-200 metros.
La primera parte de la ruta del agua transcurre en paralelo al embalse, pero la zona está vallada. Aún así las vistas son increíbles. Otra cosa buena es que estarás rodeada de pinares, así que siempre encontrarás algo de sombra, aunque la ruta del agua no te la recomiendo para los días de calor. Cuando veas un arroyo que a la izquierda tiene una puerta verde, ¡gírate, dirígete hacia allí y pásala sin problema!
Ahora quizás llega el peor de los tramos, pero también el más bonito a mi gusto. Un mini riachuelo que saltar y una pendiente que hace que te lo pienses dos veces, pero no temas porque es cortita. Te servirá de orientación ver que hay postes de la luz y, al fondo, se vislumbra la Cruz de los Caídos. ¡Menudo contraste!
Cuando ya estés arriba, sigue recto y hasta que no te encuentres con la baliza que te indicará la dirección a seguir no te pares. ¿Ya estás en este punto? ¡Genial! Seguramente hayas cogido el camino de la derecha, ¿verdad? ¡Emprendemos camino de regreso! Un relajante paseo de bajada para respirar aire puro y renovar el oxígeno de tus pulmones.
Tu próximo y último destino es el área norte del parking de la Jarosa II. Allí hay un merendero con mesas para comer, pero nosotros preferimos volver al embalse de la Jarosa, extender nuestra manta, comernos nuestro bocadillo de sardinas con tomate y jamón serrano con aceite de oliva y echarnos la siesta. Eso sí, cuidado porque puedes tener la visita inesperada del ganado de la zona que también tiene hambre y busca su alimento a través de las hojas de los árboles. ¡El que avisa no es traidor!