Toca bailar y desmelenarse. ¡Arriba esas manos cornudas! Las Rocking Girls han vuelto a hacerlo. Han conseguido un lleno total, bises, aplausos y la promesa de muchos ‘volveremos’ en la presentación de su segunda temporada en el Teatro Fígaro de Madrid. Cinco chicas en escena y mucha, mucha caña y buena ‘vibra’. Un concierto audiovisual de altura para que los pequeños de la casa vayan construyendo con pilares fuertes su biblioteca musical.
‘Rocking Girls’, un viaje por la historia del rock
La propuesta que llevan a escena las Rocking Girls es todo un viaje por la historia del rock con himnos de calidad y potencia que nos invitan a bailar. Es puro disfrute, pero va más allá. Se atreve a educar con música, a enseñar a nuestros hijos las diferencias entre un bajo y una guitarra, a descubrir cómo suenan una batería o un teclado. Y es que, en todo momento los peques son los protagonistas. Con muchos de ellos en el escenario, estás chicas son capaces de convertir cualquier canción en puro rock. Sí, Bob Esponja y ‘Frozen’ tuvieron su momento en unas versiones muy chulas improvisadas por los peques.
El quinteto está formado por Belén Estrada (voz), Elena Castelló (guitarra), Carmen Niño (bajo), Maylin Johoy (batería) y Angie Lófer (teclado). Se atreven porque pueden y dan de sobra la talla para enfrentarse a clásicos como Led Zeppelin o Free. El espectáculo abre nada más y nada menos que con una interpretación de Tina Turner, toda una tigresa y una auténtica declaración de intenciones.
Con Janes Joplin las mamás acaban en el escenario y el turno de los papás llega con Shania Twain. A darlo todo y a dejarse en la butaca el sentido del ridículo que igual también toca caracterizarse un poquito (ya vimos anteriormente que los niños también tienen su momento sobre las tablas). Y toda la familia junta en pie saltando, como no podía ser de otra manera, con AC/DC.
Esto no ha hecho más que empezar. Los tributos al rock se suceden. Queen, The Police, Metallica, Guns N’Roses… La parte más pop, para conseguir que los oídos menos rockeros no se despisten del concierto, llega de la mano de superéxitos de Lady Gaga o Christina Aguilera. Y entre unos y otros, el respiro de estas rockeras se resuelve con proyecciones en una gran pantalla con montajes y ‘memes’ que buscan el guiño y complicidad de adultos y niños.
Sí, también hay representación española. ¡Y de qué manera! Tuvimos la suerte de acudir, como he anunciado arriba, al arranque de la segunda temporada, y cual fue nuestra sorpresa al descubrir de una manera mágica que la banda está amadrinada, nada más y nada menos, que por la grande Luz Casal. Pero ojo, no es que las Rocking Girls interpretaran a la cantante, es que ésta misma apareció sobre el escenario para cantarnos ‘Loca’ (lo reconozco, fue mi momento, mi hija de siete años no sabía si mirarme a mi o a Luz Casal). Alaska y Dinarama, con su archiconocido ‘A quién le importa’, con todas las familias en pie y más que cantando gritando, puso el broche final.
Pero esperar, que hemos hablado de música, pero el espectáculo va mucho más allá (por si aún os queda alguna duda de si sacar o no las entradas). Los juegos se suceden entre artistas y público, siempre persiguiendo la intención de que los más pequeños, por distancia generacional con estas canciones o grupos (aunque la música siempre es atemporal), disfruten por igual de esa electricidad que tanto desprendemos sus progenitores al escucharlas. Una pista: hay aplausómetro.
Las Rocking Girls saben como refrescar a los clásicos, como recuperar los himnos… en definitiva, saben de música y de temazos. Larga vida al rock.