Y seguimos sumando más ideas de planes con niños. ¿Quieres saber nuestro último descubrimiento? Sentirse una auténtica sirena o un tritón en Marépolis. Uno de los mejores planes en familia que hemos probado porque, además de participar todos los miembros de la casa, hacemos algo divertido, original y nos creemos que somos los protagonistas de la recién estrenada película de Disney ‘La Sirenita’.
Tabla de Contenidos
Cosas que hacer en familia: Bautizo de sirena o tritón
Después de ver en cine la versión en imagen real de ‘La Sirenita’ y de comprarnos en la Feria del Libro de Madrid el último libro de la escritora Harriet Muncaster ‘Sirena Esmeralda. La fiesta del océano‘, todos los caminos apuntaban a que teníamos que probar la experiencia de convertirnos en una sirena o en un tritón. Y con estas intenciones nos encaminamos hasta Marépolis, en el centro comercial X Madrid, para transformarnos en estas criaturas marinas mitológicas.
Desde que le comunicamos a nuestras hijas la noticia de que íbamos a hacer este plan divertido en familia, mi pequeña se lanzó a preparar la bolsa de la piscina y estuvo bañándose con gafas de buceo durante toda la semana. Y aunque la hora seleccionada eran las 10 de la mañana de un sábado, ese día se despertaron sin ninguna legaña en el ojo y sin protestar. ¡Sabían que lo que les esperaba era muy top!
Tengo que decir que las instalaciones de Marépolis resultaron conocidas para mi mariposa y para mi mariquita ¡y eso que nunca habían estado! Pero es que aquí es donde se practica la prueba de apnea del programa de Antena 3 de ‘El Desafío’, del que somos fieles seguidoras.
Tras preguntar si estaba Juandi Alcázar por allí y descubrir que ese día no tenía clase, nos centramos en nuestro cometido: dejar de ser humanas por una hora para mutar en sirenas y, como nos dijo nuestra instructora, quizás acabar hablando su idioma. ¿Sería posible?
Fin de semana en familia en Marépolis
Con el bikini/bañador puesto y las niñas con traje de neopreno (la temperatura del agua en la piscina es de 26 grados) salimos del vestuario preparadas para disfrutar de esta actividad de ocio y tiempo libre. Lo primero que tocaba era elegir el diseño de las colas que queríamos según nuestra talla.
La verdad es que todas eran preciosas y cada una pudimos escoger la que más nos gustaba: morada, azul, verde, arcoíris… Por cierto, un secreto, cambian de color cuando te metes en el agua. ¡Una pasada!
El siguiente paso, aprender a ponerse la aleta y después el traje (solo te diré que es mucho más sencillo de lo que te imaginas) y meter nuestra cola en el agua para empezar a moverla sin introducir todo el cuerpo y salpicar a los que teníamos al lado.
Permanecimos atentas también a la explicación de cómo salir y entrar del agua con esta nueva ‘personalidad’ y, lo que era más decisivo, cómo mover nuestro cuerpo y, en concreto, nuestra tripa y cadera para olvidarnos de que tenemos piernas.
Con todos los conocimientos procesados en nuestro cerebro, ¡comenzó la diversión! Nadamos (no intentes el estilo de brazo o crol porque será imposible e introduce siempre la cabeza para que las cervicales no se resientan), buceamos, realizamos más de un juego… Lo confesamos, ¡nos sentimos un poquito Gemma Mengual y Ona Carbonell!
Información práctica sobre esta actividad de ocio en familia
¿Te animas a sentirte como una sirena o tritón por una vez en tu vida? Aquí tienes algunos datos que te pueden ayudar a decidirte.
- La experiencia está recomendada para personas entre 8 y 99 años y una de la principales condiciones, como no podía ser de otra manera, es saber nadar y gozar de buena salud (tienes que rellenar un cuestionario antes de comenzar).
- El bautizo de sirena o de tritón dura aproximadamente una hora (añádale media hora más en lo que te cambias al principio y te vistes al final de la actividad).
- Tienes que llevar tu bañador/bikini, calzado de piscina, gorro de piscina, toalla y muchas ganas de pasarlo bien.
- Los niños pueden realizar esta actividad solos (siempre están supervisados por un monitor), pero los padres deberán acompañar al menor hasta que se meta en la misma. Después, pueden observar sus movimientos a través de una cristalera.
- El precio de la actividad es de 39 euros y se puede reservar a través de la web de Marépolis. En el caso de no poder acudir el día fijado, hay un año para poder canjearlo. ¡Todo son facilidades!