Os proponemos un viaje sin necesidad de hacer las maletas. Un trocito del Japón más tradicional, ese que se ha impuesto en el imaginario colectivo, se ha instalado en el Nomad Museo de Madrid, para que podamos adentrarnos en sus paisajes más oníricos, en su vida cotidiana, en el mundo de las geishas y los samuráis, así como acercarnos a sus espíritus ancestrales. Un Japón que ya no existe, pero que aún fascina. Vamos allá.
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The Spirit of Japan, una exposición inmersiva para todos los públicos en Nomad Museo
Nomad Museo Inversivo presenta la experiencia inversiva de The Spirit of Japan, una llamada a la serenidad del alma a través de un viaje contemplativo de las obras más célebres de los maestros de la estampa japonesa. Y aquí va un bocadito de cultura que aprendimos: estos grabados archiconocidos se dieron a conocer en Occidente por el movimiento artístico Ukiyo- e, que comenzó en el siglo XVII.
Calma que no hay que ser ningún experto para disfrutar de la experiencia, de hecho, muchas de las estampas ya las conocemos, aunque no les poníamos nombre. La exposición está pensada para todos los públicos y engloba una mirada muy extensa y amplia a la gran diversidad, riqueza y modernidad de este arte y sus autores.
¿Que es Spirit of Japan?
The Spirit of Japan es una experiencia original de arte inmersivo inspirada en el extraordinario poder expresivo y la modernidad de los maestros del grabado nipón. A partir de estas maravillosas obras que tienen su espacio en los museos más importantes del mundo (unos 20 centros internacionales), Danny Rose Studio ha creado visiones sugerentes y poéticas que invaden el espacio, abruman a los visitantes e inundan los cinco sentidos creando una puesta en escena dinámica.
Y todo ello se ve desde la calma y la serenidad, paseando, sentados o, incluso, tumbados para disfrutar de cada uno de los ritmos y atmósferas. Todo un viaje al Japón de la cultura popular que nace de las xilografías japonesas que llegaron a Europa a mediados del siglo XIX para seducirnos y conquistar nuestro alma y sensibilidad. Tal fue el impacto que se transformó en influencia imprescindible en vanguardistas e impresionistas. Pensad por ejemplo en las obras de Van Gogh, Gauguin y Bonnard, por poner solo unos ejemplos.
Este viaje onírico comienza a contar su historia a través de la naturaleza, con sus paisajes y la belleza efímera de los cerezos en flor que se convierten en un bosque mágico y misterioso habitado por los ‘yokai’ (los espíritus del folclore japonés), para luego ser engullidos por el mar de la ola de la gran ola icónica de Hokusai.
Nomad Museo propone un viaje que nos deja seducir
No faltan los biombos de papel de arroz donde aparecen las geishas con sus elegantes kimonos. Y tras batallas de samuráis el espectáculo se cierra con las lámparas de papel sobre un crepúsculo. Estas proyectan sus sombras, iluminando las manos de los actores del teatro Kabuki en sus mejores poses. En total desfilan 400 obras.
Son todos los que están, pero no están todos los que son. Katsushika Hokusai, Kitagawa Utamaro, Utgawa Kuniyoshi, Utagawa Horoshige, Yoshida Hiroschi, Kawase Hasui, Totoya Hokkei, Kitsu Suzuki, Ando Hiroshige, Murasaki Shikibu y Tsuchiya Koitsu, entre otros.
Y si hay algo que da armonía al conjunto y lo hilvana con sutileza y maestría es la música. Esta nos envuelve con sutileza para llevarnos a un Oriente rememorado en nuestro imaginario. Todo un acierto. Y es que la banda sonora es particularmente exquisita.
Incorpora piezas como La Mer de Claude Debussy, los ritmos frenéticos de los tambores japoneses, las obras de Ryuichi Sakamoto, así como los destacados compositores japoneses contemporáneos como Hiroshi Yoshimura y Takashi Yoshimatsu, quienes se convierten en la gran revelación para el público. Lo dicho, todo un viaje para dejarnos seducir.