Cuando llega el mes de diciembre, incluso yo diría que un poco antes, los padres tenemos una estrategia infalible (aunque quizás si preguntáramos a algún psicólogo no es la más correcta) de hacer que los niños se porten bien, colaboren en casa, hagan sus deberes a tiempo y demás responsabilidades que, según la edad el pequeño, debe cumplir. ¿Sabes a qué me refiero?
Decirles que Papá Noel tiene espías cerca de nosotros que apuntan lo bueno y no tan bueno o que tenemos el Whatsapp de los Reyes Magos para darles cuenta de cómo van las cosas en casa. ¡Tú me entiendes! Este año, para que la cosa no se quede en palabras y que vean que esto van en serio, te recomiendo el libro de Elf on the Shelf. ¡Serán las navidades más mágicas que jamás hayáis vivido hasta la fecha!
En qué consiste Elf on the Shelf, la mejor actividad navideña para hacer con los niños
Elf on the Shelf, una costumbre que surgió en 2005 a raíz de la publicación del libro escrito por Carol Aebersold y su hija Chanda Bela, es una tradición navideña que está revolucionando la forma en que las familias viven la Navidad, y es que… ¿te imaginas que un duende llama a tu puerta y se instala a vivir con vosotros durante tres o cuatro semanas? Esto es lo que hace ese simpático personaje que te aseguro que pondrá patas arriba tu casa.
Lo primero que tienes que hacer es contarles a los niños la misión tan importante que tiene este amigo de Papá Noel: ver si cada día se portan bien y, después, comunicárselo a Santa Claus, porque este duende por las noches, mientras en casa dormimos todos, él viaja hasta el Polo Norte para remitir el informe diario de todos los miembros del clan. ¡Qué nervios!
Por el día, en cambio, mientras los niños están en el colegio, el duendecillo rojo… ¡hace ilimitadas travesuras! Y así es posible que los niños a su regreso de la escuela se encuentren a este ‘espía’ escondido en la nevera entre el bote de tomate y el cartón de leche, preparando un huevo frito para cenar, subido a una silla para coger una bolsa de patatas fritas del armario o echándose la siesta con el resto de playmóbiles o ksmeritos…
Te puedo asegurar que los niños estarán emocionados cada mañana al pensar que se encontrarán cuando vuelvan a casa y qué tipo de aventuras habrá vivido este nuevo inquilino.
Plan en familia en Navidad: Crea tu propio Elf on the Shelf en casa
Hay gente que no ve con buenos ojos esta tradición navideña que suele arrancar a principios de diciembre y que dura hasta el 24 de diciembre porque consideran que los niños se pueden estresar mucho por sentir que alguien les está espiando todo el rato y prefieren el clásico calendario de Adviento. Sinceramente, creo que el secreto está en el mensaje que les hacemos llegar los padres y en lo que queremos conseguir con esta costumbre.
Lo ideal sería hacerse con el libro en Amazon o en El Corte Inglés, pero yo te informo de que está agotadísimo en ambos sitios (quizá encuentres la versión en inglés), por esto te animo a que le des tu propio toque. ¿Cómo hacerlo? ¡Muy fácil!
– Compra un elf pequeñito en una tienda y envuélveselo.
– Incluye en el paquete una carta a modo de presentación del elf.
– Elegid entre todos un nombre para este duende rojo.
– Cada noche, antes de que tu pequeño se vaya a dormir, podéis repasar qué habéis hecho en el día y contárselo al elf para que se lo cuente a Papá Noel.
– Otra actividad sería comentar las ‘travesuras’ diarias de este nuevo miembro de la casa y que ellos digan qué les parece.
– El día 23, última noche del elfo en casa, podéis hacer una fiesta con él y escribir lo que más ha gustado de vivir con este duende.
Lo que está claro es que las risas están garantizadas y que, según el enfoque que le demos los padres, puede ser una excelente herramienta para cambiar ciertas conductas, transmitir valores y, sobre todo, sentir y vivir la magia de la Navidad a través de la inocencia de los ojos de un niño.