Como buena madrileña de sangre abulense, tengo más o menos control de los pueblo de mi ciudad natal y de la de mis padres pero como hay que ampliar horizontes últimamente hemos abierto fronteras y nos hemos lanzado a conocer otras puntos de la geografía española. Y así es cómo hemos descubierto Alarcón con niños, un pueblo de Cuenca pegando ya con Valencia. ¿Quieres saber por qué nos ha gustado tanto y todo lo que puedes ver allí?
Castillo de Alarcón y otros monumentos que visitar con niños en este pueblo de Cuenca
Tantos años veraneando en Valencia, pasando por los carteles que la A-3 que indican el desvío a Alarcón a la altura de Honrubia (kilómetro 166) que ya teníamos ganas de hacer una paradita aquí y perdernos por las calles con encanto medieval de este pueblo. ¡Este año por fin lo hicimos!
Alarcón, que significa fortaleza, está enclavado en medio de un meandro formado por el río Jucar. Aunque ahora su posición no nos diga nada, en otras épocas fue muy importante. El hecho de que estuviera cerca de un río, favoreció el asentamiento humano en la época de la prehistoria. Con la llegada de los árabes a la zona se construyó una fortaleza defensiva que dio nombre a la localidad.
Esta mítica construcción se edificó en varias fases, y es que con la llegada de los cristianos se fue ampliando hasta tener ¡tres líneas defensivas! Todavía se pueden apreciar restos de ellas por el hueco de las puertas. Actualmente dicho castillo se ha convertido en un parador. De todo el edificio, destaca la torre del homenaje que se puede ver según te vas acercando a este pueblo conquense.
Otro de los sitios de interés en Alarcón es su Plaza Mayor fortificada, lugar en el que se encuentra el Ayuntamiento y también la Iglesia de San Juan Bautista. Otra centro religioso en el que os recomiendo que paréis es la Iglesia de Santa María, declarada bien de interés cultural. Del exterior y para los amantes del arte, destaca su portada renacentista y ya dentro su retablo mayor, la pila bautismal o el coro. Y si os quedáis con ganas de más, a la entrada o salida el pueblo, según como se ve, está la iglesia de Santa Trinidad, la más antigua de Alarcón.
Después de hacer las ‘visitas obligadas’, toca el momento de caminar, pasear y observar. Según vayas recorriendo Alarcón podrás observar algunas frases pintada sobres murales, obra de Don Juan Manuel. Para que los no sepan quién fue – yo lo desconocía hasta que puse mi primer pie en Alarcón – se trata de un personaje muy importante para la historia de Alarcón. Vivió durante los siglos XIII y XIV ostentando varios títulos, entre ellos señor, duque y príncipe de Villena.
La visita cultural es imprescindible, pero para el final te hemos dejado la guinda a un día perfecto. Te sugiero que des un paseo en familia por los alrededores de la localidad, por ejemplo, siguiendo el sendero (no es muy largo) por la hoz de Alarcón. ¡Te quedarás impresionada con las vistas!
Si vas con más tiempo y no como nosotros de paso, coge el coche y acércate al pantano de Alarcón (a 6 kilómetros) porque allí descubrirás las que se conocen como las playas del interior. ¡Ideales para refrescarse en verano!