Desde hace años los espectáculos musicales han tomado la Gran Vía. El más veterano de todos es ‘El rey león’, que se instaló en la mítica calle madrileña en el 2011. Otro de los grandes títulos, que estrena ahora segunda temporada, es Aladdín en el Teatro Coliseum de Madrid. Una propuesta escénica que hemos podido disfrutar en primera persona y que ha superado todas nuestras expectativas.
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Aladdín, el musical. Una experiencia muy completa
El musical comienza en el mismo momento en el que cruzas las puerta del teatro Coliseum. Todo el hall está decorado para que el público se traslade casi de inmediato a Agrabah, una ciudad imaginaria a orillas del río Jordán en Oriente Medio, exótica, bulliciosa, con edificios de adobe, un bazar y cerca del desierto.
Antes de disfrutar de este montaje, el espectador puede crear un tarro con arena de las maravillas o hacerse una foto con la lámpara mágica en versión gigante con ella de fondo o cogiéndola en las manos y pidiendo un deseo (o tres). Además, según la entrada que se adquiera, hay posibilidad de tener acceso también a un tour por el backstage.
Aladdín, un musical contagioso
Aladdín es de esos musicales que contagian la energía y el buen rollo desde que se sube el telón. Y todo esto es gracias a un guion con mucho humor y a unos efectos especiales muy trabajados; al ritmo que los actores le impregnan a los distintos números, tanto si se trata de una coreografía como de una escena más centrada en el texto; a un vestuario con adornos, brazaletes y cuentas muy elaborados y a una decoración más que acertada.
Cuando una alfombra mágica sobrevuela el escenario
Sin duda hay dos momentos que yo esperaba con gran expectación durante las dos horas y media (añádele otros 20 minutos de descanso) que dura el espectáculo.
El primero era cómo sería la aparición sobre las tablas del genio tras salir de la lámpara mágica después de años y años encerrado allí. Y tengo que decirte, sin hacerte spoiler, que se produce de manera sorprendente.
Pasa lo mismo con la escena en la que Aladdín y la princesa Jasmine recorren la ciudad de Agrabah sobre una alfombra mágica. Para mí, sin duda, fue el gran momento del musical. ¡Simplemente los ojos se me abrieron de la sorpresa!
El equipo técnico de la productora ha conseguido con gran ingenio y precisión que este objeto flote suavemente alrededor del escenario sin ayuda de ningún aparato de elevación visible.
La historia de Aladdín de sobra la conocemos todos, pero no está de más resaltar el mensaje de empoderamiento que la princesa Jasmine manda a todas las niñas. Defiende su derecho a tomar sus propias decisiones y, sobre todo, a casarse con la persona que ella realmente quiera y ame y no someterse a un matrimonio por compromiso por parte de su padre.
Curiosidades sobre Aladdín, el musical
Y para terminar quiero contarte unas curiosidades sobre el musical Aladdin que te sorprenderán.
La primera: En esta propuesta escénica vas a ver personajes y a escuchar canciones que no aparecen en la película original de Disney. Estuvieron presentes en su momento en uno de los primeros borrados, pero al final decidieron eliminarlos. ¿Sabrás identificarlos?
La segunda: Fíjate en el suelo del teatro. ¡No es el original del Coliseum! Según hemos podido saber se ha adaptado a este musical por cuestiones técnicas.
La tercera: Fíjate bien en el elenco femenino y en su vestuario. Una de las chicas luce un vestido que tiene más de 8.000 piedras de swaroski puestas a mano.