De entre todas las noticias que veo en la televisión, de todas las informaciones que encuentro en internet, de todos los mensajes de whatsapp que recibo a la hora y de todos los mails que me bombardean con el título de coronavirus hay uno que, especialmente, me ha hecho ver el otro punto de vista del coronavirus o COVID 19. Y es que para los padres el coronavirus puede ser una gran oportunidad para ‘volver a ser familia’, según el psicólogo italiano Morelli.
Papá y mamá frente el reto de ser familia junto a sus hijos
Nos reíamos cuando escuchábamos la palabra coronavirus, hacíamos chistes malos sobre los chinos e, incrédulos de nosotros, pensábamos que éramos intocables. ¡Ays, qué poco humilde es el ser humano en ocasiones!
Una vez más nos equivocamos (si se hubiesen tomado medidas antes, diríamos que todo fue exagerado, y ahora que vamos con retraso, comentamos que vamos tarde), pero ya nada podemos hacer, ¿o sí? Podemos hacer y mucho, y es que el coronavirus nos deja lecciones de vida a los adultos, pero también a los niños.
‘¿Qué hacemos con los niños en casa?’ o ‘¡Nos han encasquetado a los niños!’. Oír estas frases me descolocan mucho porque creo que el enfoque que algunos padres le están dando a esta situación de crisis (es mi opinión) es poco acertada. Si se ha optado por cerrar los colegios y mandar a los niños a casa no es para fastidiarnos sino para prevenir que esto vaya más. Nadie quiere amargarnos ni fastidiarnos la vida, simplemente quieren protegernos a nosotros y, no lo olvidemos, a nuestros hijos.
Quizás la cuestión es que los padres no estamos preparados para estar con nuestros hijos 24 horas al día. Al final hemos delegado parte de la educación de nuestros hijos en los abuelos y, sobre todo, en los profesores (no olvidemos que allí los niños pasan 1/3 del día, más del otro 1/3 están durmiendo y el resto se divide en extraescolares, cenas y poco más).
Pero ahora la tortilla se ha dado la vuelta y papá y mamá – mi marido y yo tenemos la suerte de poder teletrabajar – tenemos que estar las 24 horas del día con ellos en casa confinados y nos agobiamos. ¡Y es que esto no son vacaciones! Aquí no hay posibilidades de bajar a la piscina, ir al cine, quedar con amigos o visitar un parque temático (aprovecho para recordar la importancia de quedarnos en el hogar). La diversión y el entretenimiento no depende de terceros sino de nosotros mismos.
Y aquí es donde viene el reto, donde los padres nos sentimos perdidos. ¿Qué hacer con nuestros hijos? Lo dicho, papá y mamá nos tenemos que poner a jugar con nuestros hijos, tenemos que conectar con ellos, ¡estamos obligados a volver a ser familia!
Que las empresas no lo están poniendo fácil es cierto. Muchas parejas no tienen con quien dejar a sus hijos mientras ellos trabajan o, lo que es peor, les han mandado al paro. Y las que pueden continuar con su trabajo desde el salón de su piso lo tienen que hacer con la misma intensidad o más que lo hacían desde sus oficinas. Pero esto no es excusa para eximir nuestro papel de padres y, también, para asumir nuestro papel para salir de esta crisis llamada coronavirus o COVID-19.
Otras enseñanzas que deja el coronavirus a la sociedad
¿Cómo queremos educar a nuestros hijos? ¿Qué valores les queremos transmitir? Seguramente si hiciéramos una lista con todos ellos la responsabilidad estaría en uno de los primeros puestos. pero, ¿cómo transmitirles unos principios si nosotros no los practicamos?
Y es que no podemos pedirles ni exigirles a nuestros hijos que sean responsables con sus estudios, por ejemplo, cuando nosotros no lo estamos siendo con la crisis del coronavirus. Es algo temporal pero, señores, nos va a tocar estar en casa unas semanas o meses y nos va a tocar, también, reducir nuestra vida social al máximo.
¿Sabéis lo bueno de todo esto? Que también vamos a aprender a dar valor a cosas y gestos tan sencillos como un beso, una caricia o un abrazo los vamos a echar de menos.
Otro de los valores que debemos trabajar en estos días es la paciencia. La vamos a perder con frecuencia, porque no sabemos cuánto va a durar esto y dónde está el fin, y eso nos desesperará. Discutiremos con los niños, con la pareja, con las amigas, pero intentemos ponerle un poco de humor a todo y así será más fácil sobrellevarlo.
Saldremos de esto, sobreviviremos al coronavirus y lo haremos siendo más fuertes por dentro y , ¡estoy segura de ello!