Si tenemos un sueño en mi familia, este es recorrer Italia en coche. Visitar Florencia, Roma, la Toscana, Nápoles… Todo con calma, en coche, parando en cada pueblito y, sobre todo, comiendo pasta y pizza hasta reventar. Porque si hay una variedad que a mis hijas les gusta desde pequeñas y que siempre es un acierto con ellas, esa es la comida italiana. Quizás por eso sabía que nuestra visita a La Burrantina, restaurante con auténticos platos napoletanos situado en el Centro Comercial Nassica, iba a ser todo un éxito.
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¿Qué hace especial La Burrantina, restaurante auténtico de comida napoletana?
Estoy segura de que a vuestros hijos les pasa lo mismo que a las mías, todo lo que sea pizza y pasta les fascina. Y creedme cuando os digo que a medida que crecen, el gusto y el amor por la comida italiana aumenta. Eso sí, van añadiendo nuevos sabores más allá de las pizzas y los espaguetis. Y si a este estilo de comida, le añades unos adolescentes y una tarde de compras, el día se convierte en un planazo de nota.
La Burrantina es una trattoria, es decir, un restaurante italiano familiar y rústico. Y ese espíritu y aire es lo que se respira en La Burrantina: camareros atentos que desde el primer momento te aconsejan distintos platos según tus preferencias.
Las pizzas, las protagonistas de la carta en La Burrantina
La comida que se come en La Burrantina es la auténtica cocina napolitana, cocina original, artesanal y exquisita; una propuesta en la que los olores y los sabores son los auténticos protagonistas, con ingredientes de primera calidad traídos de la misma Italia.
Dentro de la carta puedes elegir antipasti, ensaladas, pastas, risottos, carnes, deliciosos postres para el final y la gran protagonista: ¡la pizza napolitana!
Las pizzas están elaboradas con todo cariño con un maestro pizzaiolos, que son expertos en la elaboración, preparación y presentación de las pizzas. Estas se hacen en su horno de leña llegado directamente de Nápoles y construido paso a paso en el mismo restaurante.
En su interior, piedra volcánica del Vesubio, que consigue crear en menos de un minuto la verdadera pizza napolitana muy tierna, con bordes gruesos y 100% artesanal.
¿Qué comer en La Burrantina?
¡Y ahora llega la hora de llenar el estómago! Las cantidades son grandes. así que con un entrante para los cuatro y un principal cada uno iréis más que servidos.
Con una carta tan variada, todo son dudas en la mesa, así que preguntamos al camarero que nos recomienda un plato que cree que no podemos dejar de probar: el provolone con tomate y orégano para mojar un pan casero. ¡Qué acierto!
A la hora de escoger los principales, mis hijas optan por pasta carbonara y lasaña, mientras que nosotros seleccionamos unos espaguetis negros con gulas y langostinos, que tienen un sabor impresionante y la famosa pizza frita de Nápoles.
Se trata de una pizza que surgió después de la segunda guerra mundial como una opción más barata de la pizza tradicional. Es super original y, a pesar de ser una pizza frita, no es grasienta. es crujiente y en su interior lo más tradicional es encontrar mozzarella y ciccioli (tortas prensadas de grasa de cerdo).
La propuesta de La Burrantina para los golosos de la casa
¿Cuántos amantes del dulce hay al otro lado de la pantalla? ¿Cuántos de vosotros sois de los que dejáis un sitio en vuestro estómago para el postre?
A la hora de pedir algo que endulce la comida, tengo que admitir que nos costó decidirnos. Y, ante la duda, optamos por pedir tres propuestas distintas para compartir.
Uno de ellos, sí o sí, tenía que ser el tiramisú y los otros dos, a petición de las niñas: brownie de chocolate con helado de vainilla y tarta de queso.
Detalle importante: las cantidades, a diferencia de otros restaurantes que hemos visitado recientemente, son generosas y abundantes.
Y con la tripa llena y el corazón contento, nos disponemos a ir de compras habiendo probado la mejor cocina napolitana de Madrid.