¡Cómo nos gusta que los libros nos sorprendan! Y el último en hacerlo ha sido Los Swift. Un diccionario de granujas, de Beth Lincoln e ilustrado por Claire Powell. De primeras, no nos sedujo el título, porque en casa nos encantan los juegos de palabras y los diccionarios. Pero la historia es de las que te atrapan y te hace pasar un rato de lo más divertido. Sin duda, una lectura que ha gustado mucho en nuestra familia, tanto a mi pequeña como a mí, y que ya está viajando por las casas de nuestros amigos y familiares. ¿Quieres saber más sobre este libro de aventuras y misterio para niños?
Tabla de Contenidos
Descubre este libro de aventuras y misterio llamado ‘Los Swift’
Esta propuesta la respalda la editorial Anaya Infantil y Juvenil para hablarnos de pasadizos secretos, un tesoro oculto, una peligrosa reunión familiar, una arriesgada partida de Scrabble y un misterioso crimen que resolver. Vamos, una coctelera explosiva de ingredientes que nos lleva de las risas a la intriga.
Los Swift es una novela sobre el poder de las palabras, la identidad propia y las expectativas de los padres, y lo que ocurre cuando esas dos cosas no van por el mismo camino. Ojo, que esto parece serio, pero el texto es divertido, ingenioso y plagado de dobles sentidos que nos pone ante una comedia satírica repleta de giros inesperados.
Atentos, que nos esperan habitaciones secretas e intereses ocultos entre los diferentes personajes para despistarnos y muchos juegos de palabras. Aviso: las cosas no siempre son lo que parecen.
¿Por qué ‘Los Swift’ es un libro infantil y juvenil que te recomendamos?
Dos cosas quiero destacar de este libro. En primer lugar, sus protagonistas. Es fascinante avanzar con ellos por las páginas, participar de sus emociones e inteligencia. Descubrir distintos caracteres (la autora no deja puntada sin hilo y hay inclusión para el diferente). En definitiva, disfrutamos de unos personajes que se desarrollan y evolucionan de una manera sorprendente.
En segundo lugar, quiero resaltar la mansión de campo donde se desarrolla la novela como eje vertebrador del texto y como la autora consigue que cobre vida y se convierta en un personaje más de pleno derecho. Y es que, no hay misterio sin una buena ambientación y este casoplón cochambroso es ideal para la intriga y para la comedia.
Libro para niños que no les gusta leer
Vamos con la trama. A Enredo (sí, así se llama nuestra protagonista) no le gusta que le digan lo que tiene que hacer (seguro que estáis reconociendo en ella a cualquiera de vuestros pequeños). Entusiasta de los juegos y las travesuras, se mueve por la cochambrosa mansión familiar con sus hermanas y sus tíos, ensayando el funeral de la tía Epicaricacia (matriarca del clan).
Y sí habéis leído bien, ensayan los funerales. Entendéis ahora las risas y los enredos. Todo ello lo vive Enredo maquinando bromas pesadas, buscando un tesoro ancestral y perdido y preguntándose si ella es cómo es por elección propia o porque así se ha decidido.
Y es que la tradición de los Swift dice que, cada nuevo integrante debe presentarse ante el sagrado diccionario familiar para recibir un nombre con su correspondiente definición, y que crecerá haciendo honor a ese nombre.
Esto da para un buen debate. Eso de que el destino ya está escrito y tal. O que nos cuelgan una etiqueta y ya parece que es para toda la vida. Y, ¿dónde queda aquello de que cambiamos, evolucionamos, crecemos o que siempre hay segundas oportunidades? Dadle una vuelta a esta pregunta y contadnos vuestras opiniones.
Palabras textuales de la novela: “La gente normal y corriente se pasa la vida tratando de conocerse a sí misma. Nosotros, por el contrario, una vez que nos ponen un nombre, sabemos quiénes somos, nuestro papel en la vida, desde que nacemos hasta que morimos. Buenos o malos, simplemente lo somos. El diccionario nos guía. ¿No te reconforta saber exactamente cómo eres?”.
Ya os adelanto que Enredo no está muy de acuerdo con lo que le ha tocado en suerte y ser siempre señalada como la traviesa y culpable de todo cuanto pasa. ¿Se equivoca la tradición familiar? ¿Habrá giro inesperado en la novela? ¿Será cierto aquello que apunto William Shakespeare sobre que la vida nos da unas cartas, pero somos nosotros quienes jugamos la partida?