Familiares, amigos, vecinos y conocidos nos habían hablado maravillas de Muerde la Pasta y lo habían calificado como un restaurante para ir con niños perfecto. Y qué razón tenían porque entramos a las 14.15 horas y salimos casi a las 17.00 horas. Y es que se trata de un restaurante con juegos para niños y con comida italiana variada y muy rica. ¿Se puede pedir más?

Por qué Muerde la Pasta es uno de los restaurantes para ir con niños en Madrid ideal

restaurantes para ir con niños en madrid

Mis hijas han descubierto y experimentado por primera vez el concepto de buffet libre gracias a Muerde la Pasta porque hasta la fecha no habíamos acudido a ningún restaurante de este estilo. Y quizás puede sonar raro, porque siempre en algún momento de tu vida reservas en vacaciones un hotel en el que puedas comer de todo, pero no ha sido nuestro caso. Nosotros somos más de apartamentos.

Así que cuando de camino al Muerde la Pasta de Rivas Vaciamadrid les comenté a mis hijas que iba a ver todo tipo de pastas, pizzas, ensaladas o postres no salían de su asombro. ‘¿Y podemos coger todo lo que queramos?’ ‘¿Y podemos repetir todas las veces que nos apetezca?’. Estas fueron sus preguntas más repetidas.

Y, aunque las contesté con un sí rotundo, también les expliqué la importancia de coger solo lo que se fuesen a comer para no desperdiciar alimentos y que no comiesen con los ojos sino con el estómago; que era mejor levantarse varias veces, que no llenar el plato de primeras mucho y luego no quererlo. Además, que para probar más cosas, nos podíamos dividir entre los cuatro y que cada uno seleccionase aquello que más le llamase la atención y después compartirlo. ¡Y aceptaron!

Muerde la Pasta: restaurante para comer con niños en Madrid

restaurantes con juegos para niños

A mis hijas, como creo que a la inmensa mayoría de los niños de este mundo, les atrae mucho todo lo que tenga que ver con la comida italiana, así que Muerde la Pasta es ya uno de nuestros restaurantes para ir con niños en Madrid favorito y a los que seguro que volvemos a asistir muy pronto.

Sin duda lo primero que llamó su atención fue el pasillo tan largo que había con todo tipo de comida. Como si fuéramos unos detectives que nos teníamos que enfrentar al caso más importante de nuestras vidas, fuimos plato en mano echando un vistazo por las distintas áreas de comida.

restaurante con juegos para niños

Empezamos con las ensaladas (las favoritas de mamá) para después pasar a las pastas (la carbonera es la preferida de la mayor). Las pizzas fue la zona en la que se paró mi pequeña y ya comentó que de postre se cogería la de Lacasitos y papá se pasó por todas (incluidas la de carne y pescado) sin saber muy bien qué coger de todo lo que había (se piensa todo mucho).

Esta fue nuestra primera toma de contacto y nuestro ‘aperitivo’ para empezar el día. Tras este tanteo, cada uno se sintió libre de acercarse al buffet (siempre se quedaba uno en la mesa) y coger lo que más le apeteciese, eso sí teniendo en cuenta que íbamos a dejar un hueco para el postre y esos helados que te preparas tú y que puedes echarle distintos siropes o toppings. ¡Imposible resistirse!

A tus hijos les encantará este restaurante con juegos para niños

muerde la pasta

Cuando mi hija de 8 años vio el parque de bolas, casi ni come de la emoción. Como yo sabía que eso podía pasar porque me lo habían advertido otras madres que ya habían probado la experiencia de Muerde la Pasta, antes de entrar le avisé que primero nos sentábamos a la mesa todos juntos y después podría estar todo el tiempo que quisiera (y nos dejaran) en la zona de juegos que ella definió como la más grande que había visto hasta ahora.

Y no sé si será el restaurante con juegos para niños más grande, pero una servidora que se ‘coló’ dentro para controlar y supervisar un poco qué se cocía allí, puede dar fe de que está realmente muy bien, ¡quién fuera niño otra vez!

Tienen una zona para dejar los zapatos, distintos pasillos, tres toboganes, dos plantas… ¡El reino de los niños! Y mientras ellas jugaban, papá y mamá aprovecharon para tomarse su segundo café y poder hablar más de 10 minutos sin que nadie te interrumpa. ¿Te suena?