Para un día de esos que hace un calor horrible en la calle que hasta el asfalto se te pega en los pies como si fuera un chicle, pero también para aquellos en los que el frío te congela hasta las ideas y no es aconsejable pasear por las calles de Madrid, visitar Rolling Dance Burger se convierte en una excelente propuesta de ocio para hacer con niños, con amigas o con la familia. ¿Y quieres saber por qué? ¡Tiene de todo! Sigue leyendo y descubrirás qué queremos decir.
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La inmensa pista de patinaje de Rolling Dance Burger
Quiero darte un consejo para acceder a Rolling Dance Burger. Está según sales de la estación de tren/renfe como de la boca de metro de Chamartín. Y como es difícil aparcar por la zona, mi consejo es que uses el transporte público. ¡Para nosotros fue una excelente opción!
Y ya comenzamos a contarte todo lo que te encontrarás cuando cruces las puertas de Rolling Dance Burger. Se trata de una pista gigante apta para todos los públicos, desde niños (a partir de 5 años) hasta padres, madres, tíos, tías, abuelos y abuelas, y desde los principiantes hasta aquellos más expertos.
Puedes llevarte tus propios patines y toda la equipación al completo (casco, rodilleras y coderas) o alquilarlo allí. En ambos casos, tienes la posibilidad de coger taquillas para dejar tus zapatillas y tu abrigo o chaqueta.
Una vez que entras aquí no hora de salida, así que puedes dar las vueltas o giros que quieras ¡hasta que el cuerpo aguante! Al principio tienes que hacerte con el espacio e ir cogiendo confianza, pero por propia experiencia te diré que al poco tiempo te sueltas, la barra de los laterales empieza a estar cada vez más separada de ti y hasta te lanzas a cruzar de un lado a otro, pero siempre con cuidado de no tropezar con nadie.
Y si te sabe a poco y quieres más, siempre puedes preguntar en información por sus cursos y actividades extraescolares. Quién sabe, ¡de aquí a los Juegos Olímpicos de París! ¿Te imaginas?
En Rolling Dance Burger, la música no puede faltar
Pero quizás lo que más no ha molado de la experiencia de Rolling Dance Burger es que te deslizas sobre las ruedas al ritmo de la mejor música. Al lado de la pista y en un lugar totalmente visible y accesible, se ubica el DJ que pone las canciones del momento.
Por cierto, si tienes alguna petición especial, siempre te puedes acercar a su mesa de mezclas y hacer tu propia solicitud. ¿Sabes qué pedimos nosotros? ‘Las Babys’, de Aitana y ‘La Bachata’, de Manuel Turizo. En casa se han erigido como nuestros temas más top del verano y siempre nos gusta bailar al ritmo de sus letras.
Y cuando ya te deslizas con seguridad mientras de fondo escuchas tu música favorita, una ya se atreve a todo. Y es cuando decidimos hacer el tren o patinar cogidos de las manos y hasta nos atrevemos a sortear algunos de los conos que están disponibles para todo el mundo. ¡Así es difícil parar!
Comer en Rolling Dance Burger siempre es un buen plan
Y con respecto a ese momento en el que las tripas empiezan a sonar y tienes que reponer fuerzas porque tus piernas ya no responden y tu cerebro necesita energía, aquí en Rolling Dance Burger también se puede comer, merendar o cenar.
En la carta encontrarás entrantes que puedes hacer plato principal como nachos o nuggets, pero también tienes perritos calientes, hamburguesas con pan con gluten o sin gluten, ensaladas, sándwiches u opciones para vegetarianos y/o veganos. Y, por supuesto, de postre helados y tartas.
Además siempre podéis optar por pedir un combo que siempre es más variado y sale más económico. Y un detalle que nos gustó mucho y queremos resaltar: en la barra siempre hay una bandeja con vasos pequeños de agua para que puedas cogerlos cada vez que te entre sed.