Los talleres de cerámica, pintura y demás artes plásticas se han puesto muy de moda en los últimos años. Son actividades pensadas para niños y adultos y que ofrecen un tipo de ocio al que cada vez se suman más adeptos. Nosotros hemos probado las propuestas que tiene en Lo.Caro.la. y solo podemos decir que son maravillosas.
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Beneficios de realizar un taller de cerámica
La cerámica es una excelente actividad recomendada para cualquier edad. Niños y mayores encontrarán en este tipo de propuestas una forma de fomentar la creatividad, la imaginación y la motricidad fina.
Además, tiene un efecto calmante para aquellos que son (y nos incluimos) un poco más nerviosos porque nos ‘obliga’ a estar en el momento presente y, por tanto, concentrados en una tarea nos aporta mucha tranquilidad. Personalmente yo lo definiría como una clase de mindfulness en la que solo tienes que relajarte y dejar fluir tu creatividad.
Otra ventaja de apuntarse a un taller de creatividad: nos ayuda a trabajar nuestra autoestima. Al ver el resultado nos hace sentirnos orgullosos, porque esa pieza la hemos hecho nosotros y es algo único por lo que la hace especial.
Y la más importante es que hace que nuestros hijos y porque no decirlo nosotros también, nos separemos de las pantallas y desactivemos el modo automático.
Nuestra experiencia en los talleres de cerámica de Lo.Caro.la
Nosotras fuimos a uno de sus talleres de modelado para familias, en el que los niños son los que crean y los mayores nos convertimos en sus ayudantes. La duración aproximada es de dos horas.
Cuando llegas al local, te pones su bata, te sientas en la mesa, frente a una gran bola de arcilla, y es ahí cuando comienza la magia. Esa gran bola puede ser cualquier cosa: puede ser un cuenco para dejar lo anillos y pulseras, un portalápices de un gatito, un plato para tomar las tostadas del desayuno especial de los domingos, una taza con forma de tulipán que están ahora tan de moda o quizá una maceta para ese cactus tan chulo que tienes colocado en un tarro de cristal en el comedor de casa.
Caro es de esas profesoras que dejan libertad y te preguntan nada más sentarte qué es lo que quieres crear. Da igual si cambias de idea dos o tres veces, ella te guía para hacer realidad lo que tengas en la mente por muy difícil que sea, explicándote técnicas y utensilios y personalizando la experiencia para cada uno de sus alumnos.
Cuando nuestra bola de arcilla ya se ha convertido en ‘algo’, toca el siguiente paso. Caro nos ofrece distintos colores para dar vida a nuestra obra de arte. Una vez que hemos pintado nuestras piezas, Caro las meterá en un primer horno que fijará esa pintura, después se le aplicará un barniz especial para darle brillo y en unos días podrás tener tu obra de arte en casa.
De esta manera, además de trabajar la imaginación, la motricidad fina, la creatividad o la autoestima, la cerámica nos ayuda a tener paciencia y a esperar para ver el resultado.
Lo que tienes que saber antes de reservar un taller en Lo.Caro.la
La experiencia que nosotras hicimos nos encantó, pero en La.Caro.la tienes más opciones. Por ejemplo, disponen de talleres regulares como de mosaico y otros adaptados a vuestras necesidades, edades o conocimientos.
Mis hijas se lo han propuesto a su grupo de amigas del colegio para crear obras de arte juntas con un diseño común y así tener un recuerdo para toda la vida.
También me parece un plan maravilloso para regalar el día de la madre y juntar generaciones de abuelas, madres e hijas y dar vida a una vajilla familiar. ¡A modo de sugerencia!
Lo.Caro.la está en Fuenlabrada, concretamente en la calle de San José, 12.