¡Qué ganas teníamos de visitar Burrolandia! Desde antes de la pandemia, lo teníamos como plan para hacer con niños, pero nunca conseguíamos entradas. Por fin hace unas semanas logramos nuestro objetivo de conocer esta protectora animal fundada como Asociación Amigos de Burro en 1996 sin ánimo de lucro. La visita nos agradó y, aunque había mucha gente a nuestro parecer, las niñas disfrutaron de un día inolvidable rodeadas de animales, y es que aquí no solo hay burros.
Un domingo con niños en Burrolandia
Sí, lo sabemos. Hemos tenido mucha suerte por poder ‘pillar’ entradas para Burrolandia porque la verdad es que vuelan. La visitas son los domingos por la mañana y las entradas (todas son gratuitas) se cogen el lunes de esa semana a las 08.00 horas. Si quieres conseguir las tuyas, ¡tendrás que madrugar un poco! Si por lo que sea se te pasase o ya no hubiese, los viernes tienes otra oportunidad, y es que vísperas del fin de semana se ponen a disposición del público aquellas que se han anulado o cancelado.
¡Empezamos con la información práctica! Para llegar es muy sencillo: salida 21 de la carretera de Tres Cantos hacia el Soto del Castillo de Viñuelas. Los últimos kilómetros son una pista forestal. Al final hay una explanada para dejar el coche y, aunque es bastante amplia, se trata de un parking ‘no oficial’ en el que todo el mundo deja su automóvil. Quizás te encuentres que no hay sitio y te toque dejarlo un poco apartado.
Por cierto, si llueve, tienes que tener en cuenta que este camino puede estar embarrado. Por último, puedes ir con silla de carrito y con perros, pero tal vez con tantos animales allí tu mascota se puede asustar. Los horarios para entrar en Burrolandia son de 10.00 a 12.00 horas o de 12.30 a 14.30horas.
Entre las recomendaciones que hacen desde Burrolandia y que están expuestas en su página web y te recomiendo que leas están: evitar que los niños corran y se pongan por detrás de los animales; ante una avalancha de burros, levanta los brazos para que se asusten y no te invadan; si das de comer a los burros (zanahorias, verduras,…) hazlo con cuidado, con la mano abierta y repartiéndolo entre los diferentes burros; no subas a los niños en los burros ni en la maquinaria de trabajo; cualquier desperdicio ….a la papelera; y los menores irán siempre acompañados y supervisados por un adulto responsable.
Aprovechando la ubicación, para comer te recomiendo el Monte de Valdelatas, ¡un sitio ideal para montarte tu propio picnic!