Hoy te propongo algo diferente. Una ruta, pero transformada en gincana para que los niños se sientan más motivados a la hora de hacer el recorrido. Aquí más que llevar agua y comida, que también, lo más importante es papel y bolígrafo para apuntar y rellenar todas las pruebas que durante kilómetro y medio os encontraréis en Chico Menes-Cerro del Telégrafo. ¿Preparados? ¡Empezamos!
Pistas para seguir la ruta-gincana con niños por el Chico Mendes-Cerro del Telégrafo
El Cerro del Telégrafo está situada en Rivas Vaciamadrid y el punto de partida para este recorrido en el que toca sortear pruebas y descubrir pistas es el centro de recursos medioambientales Chico Mendes. Por delante, un kilómetro y medio de diversión, ¡te lo puedo asegurar! Mi hija mayor de 11 años disfrutó, pero la de 7 años… ¡ni te cuento! Era la encargada de leernos todo…
Aquí arriba tienes el mapa (descárgatelo aquí) que te servirá de orientación y seguidamente vas a encontrar cada uno de los puntos en los que parar y escribir algo. ¡Es muy sencillo!
Aquí, con la información que encontraréis en los panales informativos, podéis aprovechar para explicarles a los niños en qué consiste este proceso mediante el cual se transforma la materia orgánica en un tipo de abono natural para la tierra. ¡Quizás hasta os animéis a hacer el vuestro propio!
Casi en paralelo tenéis vuestra segunda misión. No tiene pérdida y seguro que casi sin llegar allí y solo con las imágenes de arriba sabrías decir de qué se trata. ¿Me equivoco?
Salimos ahora de esta primera zona y tenemos que andar un poco y subir una mini cuesta con unos peldaños de madera, pero nada que unos campeones como vosotros podáis realizar sin problema. El camino parece que te lleva al cielo, y es que tenéis que mirar hacia arriba para dar con la siguiente palabra secreta. ¿A que ya la tenéis?
Muy cerquita del punto 4, tenemos nuestro siguiente desafío. Aquí toca dibujar, pero no os preocupéis si no lleváis pinturas, eso lo podéis hacer en casa.
El hito 5 nos costó más dar con él y, sobre todo, descifrar su nombre. ¡Seguro que vosotros no tenéis ningún problema! Eso sí, aquí tenéis que dirigir la mirada al suelo no a las nubes.
Ahora toca andar un poco más, pero es tan agradable y el paisaje de pinos tan bonito que no nos importa. La verdad es que al tratarse de una ruta-gincana donde hay que leer y escribir, te la recomiendo para niños que ya estén en primaria porque la van a gozar mucho más. ¿Has llegado ya a la prueba 6? ¿Has apuntado qué había en la inscripción de la pirámide? A mis pequeñas les resultó muy divertido porque coincide con las iniciales de sus nombres. ¿Sería el destino?
Este desafío no nos costó encontrarlo porque salta a la vista, pero sí dar con el nombre. ¿Te cuento un secreto? Lo buscamos en internet para no meter la pata.
Estamos llegando casi al final: solo nos quedan las pruebas 8 y 9, ¡las más bonitas! Aquí nosotros hicimos una variación y, en lugar de seguir el camino oficial, dimos un mini rodeo bajando hasta el camino de arena principal y después subiendo por las escaleras de madera. ¡Era por hacer un poco de ejercicio más!
Te aconsejo que cuando lleguéis a la pasarela de madera, os sentéis en alguno de los bancos para contemplar las vistas que desde aquí apreciamos de la ciudad de Madrid. ¿Qué tal si para inmortalizar este momento os hacéis una foto todos juntos? Si quieres el documento con todas las pruebas, descárgatelo aquí