Todo un éxito. Nuestro objetivo era disfrutar en familia del parque acuático Warner Beach, en San Martín de la Vega, en Madrid. Y, sin duda, lo conseguimos. Y mira que yo iba recelosa pensando en largas colas de espera bajo el sol. Y es que, tengo que reconocer que nos hemos reconciliado con el parque. El pasado año tuvimos una experiencia desastrosa de horas echadas en eternas colas. Pero nuestra pequeña es amante de los desafíos, de la aventura y del agua. Y al enterarse de que Warner Beach estrenaba dos nuevas atracciones no podíamos faltar a la cita.
Nuestro día en Warner Beach en Parque Warner de Madrid
Allá que fuimos y debo reconocer que nunca hay que ponerse la venda antes de tener la herida (lección aprendida). Ninguna cola superó la espera de 10 minutos, repetimos y repetimos en todos los toboganes hasta saciarnos y no dejamos experiencia sin probar. Un lujo. He de reconocer (o aconsejar) que nuestra visita a este célebre parque de superhéroes y villanos la hicimos en esta ocasión un lunes.
Y es que, la vida da segundas y hasta terceras oportunidades (seguro que repetiremos) y por algo será, pues en este caso para disfrutar a tope y para animar a las familias reticentes a estos centros con aquello de que los peques se lo pasan en grande y los mayores también.
Una vez aclarado que el recinto ofrece sombras (no obstante, los escarpines no están demás para no acabar con los pies magullados), comidas para personas con alergias e intolerancias, que hay fuentes cada pocos pasos, que el personal vela por la seguridad de todos e incluso dedica unos segundos a los peques para explicarles cómo colocarse mejor con el fin de coger más impulso y sacarle más partido a la experiencia; vamos a por los toboganes.
Como novedades Warner Beach ha estrenado los toboganes Aquaman y Black Manta (este último conquistó a mi hija. Desde su primera bajada, dos días le ha durado la sonrisa en la cara y ha llamado a toda la familia para contárselo. Ahí lo dejo). En su entrada nos recibe el Aquaman del cómic (recordar, no el de las películas) con gran calidad en su reconstrucción incluyendo detalles de la eterna ciudad del Atlantis.
En ambas opciones podremos tirarnos un mínimo de dos y un máximo de cinco personas. Y atentos a la novedad. ¡No tenemos que subir nosotros los flotadores! Los toboganes cuentan con un mecanismo propio que sube las balsas o góndolas, lo que agiliza mucho el flujo. Todo un acierto por parte de Warner Beach el haberlo incorporado. El parque ha tirado la casa por la ventana y ha apostado a ganar.
Empezamos por Aquaman. El “wow” fue lo más escuchado mientras se iba incrementando la velocidad por tramos. Yo que soy bastante miedosa no pude reprimir algún gritito de pura adrenalina. Y mi pequeña hacía los coros con varios “ala” sin apenas pestañear. Sencillamente, flipante. Pero aún quedaba el plato fuerte. Black Manta apuesta por una rampa de casi 90 grados que da una sensación de ingravidez muy chula. Es mucho más cañero o gamberro y la experiencia es de la que el cuerpo acaba pidiendo más. Ya nos contaréis cual es vuestro favorito.
Y no podían faltar los clásicos. Para los pequeños está el espacio de Agua Aventura, muy lúdico y refrescante. Aquí te mojas sí o sí. Cuenta con una isla repleta de toboganes y juegos (pasarelas con chorros de agua que nos atacan por todas partes). A ello se suma la famosa piscina con olas (Baby Olas). Está situada en la Playa de Malibú, donde los personajes de Loony Tunes visitan una escuela de surf (imposible resistirse a tomar fotos). El Río Loco está tematizado con amigos de la familia: Oso Yogui, Bubú, Lagarto Guancho y Maguila Gorila. ¡Atentos!, puede haber tsunamis.
Otro de nuestros favoritos fue el tobogán The Joker, o como lo conoce todo el mundo, el Tubo de la Risa. Es la atracción del mismísimo Payaso del Crimen que nos da la bienvenida a un tubo oscuro en el que el malvado villano nos recibe con las peores trampas para desorientaros con un final rematado en un embudo gigante.
¿Se puede pedir más? Sí. Y aquí van. Está Batman, la Sombra del Murciélago, con giros, caídas y cambios de rasante; Harley Queen, la Huída, aquí hay que deslizarse para conseguir escapar; Wonder Woman, Salto al Paraíso, con sus más de 15 metros de desnivel; Superman, El Vuelo, donde te deslizarás sobre una colchoneta y por último Wonder Woman: El Lazo Mágico, la atracción más intensa donde literalmente te lanzas al vacío.
Warner Beach es el parque perfecto para un día de agua en Madrid donde la adrenalina, las risas y el desafío se aúnan para convertir la experiencia en una de esas en la que cuando la familia sale por la puerta agotada, los pequeños acaban diciendo: “¿Cuándo vamos a volver?”. Lo dicho, no hay dos sin tres.