En Family Time hacemos frente a la ola de calor buscando los mejores sitios para refrescarnos. Nuestro último descubrimiento: las piscinas naturales de Arenas de San Pedro, ubicadas en la provincia de Ávila.
Un día en las piscinas naturales de Arenas de San Pedro
Las piscinas municipales de los pueblos y ciudades son geniales, pero las naturales tienen un encanto especial por el entorno en el que se localizan, de ahí que este verano se encuentren entre nuestras prioridades para zambullirnos y pasar un día en el campo. ¿Conoces las piscinas naturales de Arenas de San Pedro?
Si bien es cierto que desde Madrid tienes 164 kilómetros (casi las dos horas), el camino hasta allí no es complicado. La mejor opción es coger la A 5 (carretera de Extremadura) hasta Talavera de la Reina para después desviarse por la N-502 hasta el pueblo de Ramacastañas.
Allí deberás tomar la AV-925 que te conducirá a tu destino final. Después de atravesar el pueblo, habrás llegado a las piscinas naturales de Arenas de San Pedro. Observarás que hay varios parkings públicos para estacionar el coche, aunque no son muy grandes y puede que te cueste un poco aparcar.
Lo primero que llamó la atención mis hijas son los tres trampolines de madera y de diferentes alturas que hay en la zona que más cubre. De hecho en cuanto se pusieron el bikini (hay baños públicos para cambiarse y para que al final del día te puedas duchar), la mayor fue directamente a uno de ellos. Creo que era la primera vez que se tiraba por uno de ellos, y es que en las piscinas municipales (al menos de Madrid) los han quitado para evitar posibles accidentes.
Otra curiosidad, o quizás podríamos definirlo como atracción, fue el puente de madera que separa la zona que más cubre con la que yo denominaría como infantil y con piedras en la que mi hija pequeña metió a sus Nenucos después de pasar de una zona a otra por debajo del arco del puente. ¡Toda una aventura!
El agua, a pesar de estar en Ávila, no estaba para nada fría. Eso sí, el primer impacto siempre parece que te corta la respiración, pero pasados unos segundos te sientes como pez en el agua. Y ya no te digo después de comer y de hacer la digestión… ¡Al menos el día que nosotros estuvimos se agradecía mucho y ayudaba a quitarnos el calor del cuerpo!
Si tienes colchoneta en forma de flamenco, pizza o unicornio y te cabe en el coche, te la puedes llevar sin problema porque están permitidas, así como los juegos como las palas de playa, pero siempre y cuando no molestes al que está al lado de tu toalla.
Podréis comer allí dentro del recinto, pero no en la zona de césped verde con sombras sino en unas mesas al lado del bar-restaurante en el que te cuento, por si se te olvida la comida, te da pereza preparar la tartera la noche anterior o te quedas con más hambre, puedes pedirte platos combinados, bebidas o algún helado de postre.
Algo que especialmente los padres deben de tener que en las piscinas naturales de Arenas de San Pedro no hay socorrista. ¡No hay que perder de vista a nuestros retoños! Y, otra cosa importante, no se puede acceder a las instalaciones con mascotas.
Por cierto, si estás por este pueblo más de un día te recomiendo que, entre otros monumentos, visites el castillo de Don Álvaro de Luna o de la Triste Condesa o el Convento de San Agustín y que te animes a hacer la ruta de los pescadores.