Es una moda y me da que no es pasajera, ya que hay que reconocer que tanto a pequeños como a adultos nos gustan. Los espectáculos y museos inmersivos se han impuesto. Y aquí os presentamos el último en llegar a la capital y nada más y nada menos que a la Gran Vía madrileña: museo Nomad.
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Qué es el museo Nomad
Este cuenta con sede en Nueva York, Miami o Washington y ofrece las últimas tendencias en innovación creativa junto a los desarrollos tecnológicos más punteros.
Para abrir boca, podemos pintar digitalmente de colores unos planetas muy chulos, hacer una inmersión por el fondo del mar, disfrutar de una experiencia con gafas en 3D del Universo (reconozco que nosotros aquí repetimos) y hasta tirarnos por un tobogán para alcanzar la salida.
Y todo ello junto a más experiencias inmersivas donde el plato fuerte es una proyección que se disfruta sentada, tumbada o paseando para dejar volar nuestra imaginación y llevarnos a nuestro yo más profundo o por el contrario, expandirnos, desatarnos en emociones y sentimientos. Consejo: dejaos llevar, envolveros con las imágenes y no busquéis explicaciones, solo estar.
La misión es clara: ofrecer una experiencia sensorial única para el espectador, que pasa de ocupar un lugar estrictamente pasivo para participar del momento. Y cada uno decide cuál es su momento y cómo es ese momento.
Vive la experiencia del museo Nomad en familia
La experiencia se recoge bajo el nombre de Utopía 1.0, que combina la Inteligencia Artificial con nuestro planeta. El centro promete a su vez estar siempre a la última y ofrecer las últimas tendencias en innovación creativa junto a los desarrollos tecnológicos más punteros. Igual el futuro ya es presente.
La experiencia empieza caminando por un largo pasillo de luces de colores que se van enciendo y apagando. Una pasada por el juego de espejos, que nos lleva a pensar que no hay suelo bajo nuestros pies. De ahí, llegamos a la gran sala para disfrutar del video Utopía 1.0.
Aquí tiro de ayuda de los paneles informativos para contároslo. Y luego me entenderéis el porqué. Es el plato fuerte como ya hemos anunciado y es un video de unos 25 minutos que se consume como cada espectador quiera. Pero vamos con la trama.
Cúmulos digitales de gigantescos escualos construidos en bytes y otras figuras diferentes (muchas oníricas) van pasando por la pantalla simbolizando las moléculas de los siete mares, secados en un tiempo ancestral y convertidos en un nuevo ecosistema para las especies que habitan en él.
Para los que necesitamos aclaración: un vídeo inmersivo muy chulo con el que sentir un asombroso espectáculo de luces y la sincronía de la tecnología con la música que la acompaña.
Qué es lo que más nos gustó el museo Nomad
Sin embargo, lo que más nos gustó a nosotros fue la pieza audiovisual de realidad virtual. Fue una experiencia tan real que no podíamos evitar comentarla durante su visualización. Mi pequeña hasta se me agarraba. No somos muy aficionados en casa a estas gafas, pero desde luego, que a partir de ahora buscaremos más experiencias de este tipo.
Nos traslada con un realismo espectacular al espacio para recorrer los planetas y los animales que podríamos encontrar a su alrededor en el mundo Utopía 1.0. En realidad, es más la sensación de lo que sentimos al sumergirnos en ese mundo al verlo que lo que vemos, porque la sensación de estar en medio de ese espacio infinito es increíble. ¡Es impresionante! Para repetir uno y otra vez.
Hemos de reconocer que es una experiencia muy chula para hacerse fotos. Creo que ese es el objetivo. Ahora hay un sinfín de exposiciones pensadas para instagramear, pero son pocas salas para lo que cuestan. Las luces enganchan y a los peques y adolescentes les encanta hacerse fotos y Utopía 1.0 les da un juego infinito en ese sentido. Pero la exposición es cortita, unos 40 minutos, no más.