Visitar lugares llenos de historia también puede convertirse en todo un planazo familiar. Cogemos el coche para seguir los pasos de los Reyes Católicos y trasladarnos unos cuántos siglos en el tiempo y unos cuántos kilómetros de Madrid. Nuestro destino es Medina del Campo (Valladolid) y nuestro sitio partida para viajar en el tiempo el castillo de la Mota, un recinto que impresiona nada más verlo a lo lejos y que encierra historia y anécdotas de la otra época. ¿Quieres descubrirlos con nosotros?
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Misterios que esconde el castillo de la Mota
Lo primero que nos impresionó nada más acercarnos con paso firme al castillo (imaginándonos que somos guerreros que vamos a asaltarlo) es que… ¡cuidado! hay un foso… Desde lejos no se ve y esta es una de las ‘grandes sorpresas’ que esta fortificación guardaba a todo a aquel que intentaba hacerse con él. Y es que este castillo está ubicado en lo que se conoce como mota, una elevación en una meseta que le otorga grandes ventajas en materias defensivas.
Este detalle fue uno de tantos secretos que nos contaron en la visita guiada por este mal ‘llamado’ castillo medieval y sí fortificación que se divide en dos partes: por un lado la que incluye la Torre del Homenaje y, por otro, la que transcurre por el castillo y sus partes más profundas.
Uno de los grandes atractivos es poder acceder a la Torre de Homenaje de… ¡¡¡¡40 metros de altura y cerca de 160 escalones!!! La subida se hace en distintas fases, entre ellas ‘El peinador de la Reina’, donde se dice que Juana la Loca, pasaba las horas esperando el regreso desde Flandes de Felipe el Hermoso, su marido.
Y entre anécdotas, chismorreos y datos históricos el recorrido resulta muy ameno y casi se te llegan a olvidar todos los pasos que tienes que recorrer o mejor dicho ascender. Además, cuando estás arriba y ves las impresionantes vistas, te das cuenta de que cualquier esfuerzo ha merecido la pena.
Más secretos que esconde el castillo de la Mota para niños y adultos
Después de subir a lo más alto del castillo, toca pasear por sus alrededores para descubrir que este castillo está hecho de ladrillo y no de piedra, porque según nos contaron así resistía mejor y, para asombro de todos, los ataques de sus enemigos y, segunda razón, porque en la época en la que se construyó no había piedras en este entorno.
Y algo que a los niños les llamará mucho la atención y les emocionará mucho: bajar y pasear por las galerías subterráneas de esta fortaleza, desde donde los soldados con sus cañones combatían a todo aquel que pretendía invadir la Mota, y observar la cárcel (mazmorra sería si su función sería castigar al preso) en el que ‘guardaban’ a importantes prisioneros para después pedir un rescate, realizar algún intercambio o intentar obtener de los mismos cierta información privilegiada.
Y antes de regresar al siglo XXI, te aconsejo que dediques un tiempo a bordear al castillo y veas la parte de atrás del mismo. ¡Increíble el buen estado en el que se conserva y su majestuosidad!
Isabel la Católica y otros personajes históricos que pasaron por el castillo de la Mota
Antes de visitar el castillo de la Mota poco sabíamos de él. Habíamos oído que tenía relación con Isabel la Católica y eso fue lo que nos animó y motivó a realizar una escapada a este rincón vallisoletano: queríamos seguir los pasos de los Reyes Católicos (a 20 kilómetros de Medina del Campo se encuentra Madrigal de la Altas Torres, lugar de nacimiento de Isabel I de Castilla).
¿Sabías que este castillo o fortificación comenzó su construcción como lo conocemos actualmente durante el reinado de Juan II en Castilla y culminará con la obra que realizó Enrique IV, al que se la atribuye la Torre del Homenaje? Posteriormente cuando pasó a mano de los Reyes Católicos se hicieron las obras para adaptarlo al uso de la artillería.
A pesar de servir como un lugar de defensa, Isabel la Católica pasó largas temporadas aquí (este recinto servía como archivo de la Corona y también jugó un papel muy importante en la Guerra de las Comunidades) y de hecho pasó sus últimos días antes de fallecer y de dictar testamento en 1504 muy cerca de la Mota, en el Palacio Real Testamentario, también en Medina del Campo.
Con el paso del tiempo el castillo dejó de estar en uso, lo que propició que sus instancias interiores principales se deterioran. Hubo que esperar hasta 1904, cuando se declaró Monumento Nacional, para que se llevasen a caso diversas obras de restauración y reconstrucción. Y así fue cómo en los años 40 albergó la escuela de mandos de la Sección Femenina y hoy en día acoge eventos educativos.