¡En casa tenemos un problema! A mis hijas les encanta salir al campo para subir y bajar montañas, recolectar palos, hojas o cualquier elemento perteneciente a la naturaleza que se encuentren por el camino o trepar por los árboles que son accesibles. Pero…. lo que no les gusta tanto es pasar una o dos horas metidas en el coche, es decir, hacer viajes largos.
Por suerte, cerca de Madrid, o mejor dicho, dentro del radio de Madrid tenemos El Pardo, un rincón de la capital que transmite paz, calma, te reconecta contigo mismo y que es ideal para pasar un día en familia. ¡Descubre con nosotros todos los secretos que esconde y las tres zonas aptas para niños y adultos!
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Qué hacer con los niños en El Pardo
Cada vez que visitamos El Pardo encontramos un sitio nuevo y eso que no se puede (¡qué pena!) perderse por su casi sus más de 16.000 hectáreas.
Por un lado tenemos el área recreativa situada en la carretera de acceso desde Madrid Sur a el Pardo. Se ve fácil, pero como pista por si vas demasiado deprisa, te diré que darás con ella pasado el Club de Somontes. Cuenta con una zona para dejar el coche (se puede aparcar bien), con mesas para extender el mantel y sacar la tortilla de patata, con parques para que los niños puedan descargar adrenalina, con una senda para circular con la bici (no te recomienda los patines porque no está asfaltado y las ruedas se pueden frenar) y con el río Manzanares que en verano hace que tengamos menos calor y en primavera-otoño los niños se lo pasan genial tirando piedras para ver quién la lanza más lejos.
Descubriendo la fauna y la flora de El Pardo
En sus orígenes, El Pardo era uno de los lugares favoritos de los nobles y reyes para ir a cazar, de ahí que en esta zona, conocida como uno de los pulmones de Madrid, sea fácil encontrar ciervos, jabalíes, gamos o conejos. Para poder verlos y darlos de comer (descubrirás que les encantan los tallarines crudos, por los menos a los que vimos nosotros), tenéis que dirigiros hacia la zona del Cristo, en lo alto de las colinas del Monte.
Tenéis que dejar a la izquierda el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles y llegar hasta el restaurante el Torreón para dejar el coche ahí. Podrás pasear por este área (mucho está acotado con alambrada), abrazar un árbol, coger bellotas y piñas o ver un atardecer único. Los niños, por su parte, no podrán dejar de pasar la oportunidad de ver de cerca estos animales o de ‘construir’ una casa en una de las encinas que abundan en este paraje.
Área recreativa en la colonia de Mingorrubio
Y si te pasas el primer área recreativa, no encuentras la subida al Cristo y continúas todo recto (a nosotros nos ha pasado), llegarás a otro rincón ideal para pasar una jornada en familia: la colonia de Mingorrubio.
Si vas en primavera, lo encontrarás todo verde y tus hijos, como hicieron las mías, te pueden proponer jugar al ‘escondi planta’, es decir, esconderse detrás de la abrupta vegetación para que tú des con ellos. También podrás recorrer los caminos de la zona (puedes ir con carrito de bebé sin problema) e inventaros un cuento, contar chistes en vuestro paseo o tirar la manta en una de las explanadas para tumbarse a adivinar la forma de las nubes.
¿Conocías estas tres áreas para ir con niños de visita a El Pardo? ¿Cuál es la que más te ha gustado?