Cogemos el coche para recorrer un poco más de cien kilómetros y viajar en el tiempo. Ni más ni menos que nos trasladamos a la época de la prehistoria (Paleolítico, Neolítico y principio de la edad de los metales) para entrar en la Cueva de Enebralejos y conocer este tesoro de la historia en el que hubo actividad hace 4.000 años. ¡Todo un descubrimiento y un gran aprendizaje para niños y mayores!
Por qué visitar la cueva de Enebralejos en Prádena en un perfecto plan para hacer con niños
Mis hijas están acostumbradas a pasear por el campo y a subir montañas, pero eso de meterse bajo tierra… ¡no lo tenían muy claro, aunque les picaba la curiosidad! Fuimos preparados – calzado cómodo (aquí nada de tacones) y ropa de abrigo (en las cuevas hay entre 14 y 16 grados)- adquirimos las entradas con antelación (reserva a través de su página web con un máximo de 19 personas por grupo) y tuvimos la suerte de contar con un guía que derrochó paciencia, simpatía y atención con los niños durante los 45 minutos que duró la visita.
Bajamos por unas escaleras que nadie diría que te conducen al interior de una cueva prehistórica, ¡eran más propias de un sótano de un chalet que conduce a una bodega! Pero fue abrir la puerta y un tesoro se apareció ante nuestros ojos. ¡Alucinante! Aunque la extensión de la cueva nos dijeron que era de cuatro kilómetros no se puede recorrer en su totalidad, pero sí pudimos pasear por las zonas donde nuestros antepasados enterraban a sus seres queridos y conocer a Fermín (no te haré spoiler pero es un personaje singular).
Excursiones con niños: Visita las cuevas de Enebralejos en Prádena, Segovia
También pudimos observar ciertas pinturas rupestres, descubrir esculturas hechas en la roca con formas de animales y jugar a adivinar si en el techo de una de las salas se había colado un dinosaurio, un dragón o algún Pokemon.
¿Sabes cómo diferenciar una estalactita de una estalagmita? Jose María, nuestro guía, dio un fantástico truco a los niños que yo me he apuntado porque a veces también me equivoco. Las estalactitas cuelgan del techo y ambas palabras tienen la letra T de techo, mientras que las estalagmitas contienen la consonante M, de montaña, elemento que crece hacia arriba. ¿A que ya no se te olvida?
En este tour por la cueva de Enebralejos también nos familiarizamos con conceptos de espeleología como colada (el agua presenta un flujo laminar sobre una determinada superficie) y columnas (unión de estalactitas y estalagmitas) e incluso vimos dentro de la misma ‘unas palmaras’ muy peculiares. Todo son sorpresas bajo tierra, ¡te lo puedo asegurar!
Por cierto, para finalizar te recomiendo que te acerques a la oficina de turismo de Prádena (hay que coger el coche y son apenas dos kilómetros) y te informes sobre las rutas que puedes hacer por la zona. Personalmente te recomiendo la de los pequeños exploradores (3 kilómetros) y la de Acebal (entre 6 y 8 kilómetros en función de si eliges la corta o la larga).