¿Sabes lo que es un castro? Se trata de unos poblados que se crearon en la segunda Edad de Hierro y que suponen los exponentes monumentales más antiguos de su historia, ligados a la conquista romana y al tiempo y las vicisitudes que conocieron durante esta época. En la provincia de Ávila se sitúan algunos de los más destacados y en Family Time hemos visitado el castro de Ulaca, ocupado por los vetones.
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Cómo llegar al Castro de Ulaca en Ávila
Llegar el castro de Ulaca es sencillo. Está situado en el pueblo abulense de Villaviciosa, que es una pedanía de Solosancho. A 20 kilómetros a sureste de la ciudad, se accede a él por la carretera nacional 502, una vía de doble sentido y con casi todo el recorrido en llano y sin curvas.
Cuando entres en Villaviciosa (destaca su castillo), dirígete hacia su iglesia nueva (de la antigua solo queda el campanario) y, aunque el GPS te indique que puedes dejar el coche allí mismo, se puede subir un tramo más y evitarse una cuesta (ya subirás algunas cuando estés dentro del castro).
Tienes a la derecha unas casas rurales conocidas como Matagacha y después en la subida encontrarás un pequeño aparcamiento. No caben muchos coches, pero no se suele llenar.
Verás una caseta -no suele haber nadie- y una verja que podrás cruzar sin problema (el acceso es libre, sin horarios y gratuito). En este punto comienza tu aventura en el tiempo para sumergirte en la vida del pueblo vetón y el castro de Ulaca.
Consejos prácticos para visitar el castro de Ulaca con niños
Antes de planificar tu visita al castro de Ulaca, quiero darte unos consejos para que puedas disfrutar de este plan al aire libre con niños al máximo.
- Te aconsejo que lleves calzado cómodo porque el terreno está lleno de piedras y parte del recorrido es en cuesta. De hecho, no es apto para personas con movilidad reducida ni tampoco para carritos de bebé. Por su parte las mascotas pueden ir con sus dueños siempre y cuando vayan atadas.
- También sería bueno que metas botellas de agua porque aquí no hay ninguna fuente y la duración de la visita ronda casi la hora y media. Si vais con calma y leéis todos los carteles con detenimiento puede alargarse a las dos horas.
- Aquí no hay sombras en las que cobijarse por lo que si vas en primavera (evitar el verano porque el calor allí arriba puede ser sofocante), siempre llevar gorra y echarse crema sol.
Por qué el castro de Ulaca es el mejor plan al aire libre para hacer con niños
Y ahora sí que sí te cuento lo que puedes ver en castro de Ulaca: restos de murallas, el altar de los sacrificios, casas excavadas… pero vayamos poco a poco. Todo el camino hasta el acceso al punto más alto del cerro está indicado por balizas amarillas. Hay dos rutas, la 1 y la 2. Tú deberás seguir la 1.
Sabrás que vas por el camino correcto cuando veas la señal de la fuente, aunque tengo que decirte que aún te queda un poco para llegar hasta arriba y deleitarte con la vistas. Eso sí, también te adelanto que, por desgracia, se notan las consecuencias del incendio que asoló la zona hace dos veranos porque aún hay zonas teñidas de negro.
El castro de Ulaca conserva restos de gran importancia, como son sus murallas. Hubo tres, aunque la que presenta mejor estado es la de la zona oeste. Y es que no hay que olvidar que los castros eran lugares elegidos por sus condiciones defensivas naturales que, además, eran reforzados por potentes murallas, torres o campos de piedras hincadas para obstaculizar el acceso de las caballerías…
Según avances en tu recorrido, te toparás con carteles en los que podrás leer la información relativa a la pieza o estructura que tengas enfrente, como la que corresponde con esta piedra que parece que con un simple movimiento va a caer rodando por la ladera pero que realmente era un lugar en el que hacían diferentes rituales.
Otro punto destacado de nuestra aventura por el castro de Ulaca es el altar de los sacrificios, que llama la atención por lo bien que está conservado. El monumento consta de una gran estancia rectangular tallada en granito, en uno de cuyos lados existe una gran peña en la que dos escaleras de 9 gradas, labradas también en la roca, conducen a una plataforma en la que se encuentran dos cavidades de forma más o menos circular y comunicadas entre sí.
Mis hijas se quedaron impresionadas cuando seguimos caminando y vieron, o mejor dicho, intuyeron algunas de las casas reconstruidas y con lo que en su día fue bautizado como fragua-horno o sauna, nada parecido a lo que ellas conocen actualmente. Aquí las expliqué que su función no era de relajación o disfrute sino más bien esta construcción servía de ritual.
Nuestro siguiente destino fueron las canteras que aportan a este lugar un espíritu muy mágico. Se trata de afloramientos graníticos que fueron aprovechados para obtener bloques, algunos de los cuales aún se conservan in situ, tal y como fueron separados en la Edad del Hierro. Y la zona del Torreón, de la que apenas se puede ver restos.
Habitada por 1.500 personas en una superficie de 70 ha de superficie, el castro de Ulaca es un testimonio fundamental de los inicios de la vida urbana en el occidente de la Meseta. Sin embargo, hacia mediados del s. I a.C. el enclave fue abandonado y la población debió establecerse en el lugar que ocupa hoy en día la ciudad de Ávila. En la actualidad Ulaca y su entorno están declarados bien de interés cultural con la categoría de zona arqueológica. ¿Te faltan aún motivos para organizar una visita?
Por cierto, si por la tarde queréis, tenéis cerca el Museo Ibarrola en Garoza.