¿Qué padre o madre no se ha emocionado con el primer dibujo de su hijo? ¿Qué nevera de casas en las que hay niños no está plagada de dibujos colgados con imanes? ¿Cuántos dibujos has puesto de fondo de pantalla de tu ordenador o móvil e, incluso, como foto de tu estado de whatsapp? Está claro que el dibujo forma parte de la vida del niño desde sus primeros años, pero puede también que se convierta en el motor y modo de vida. Si tu hijo te dice que quiere dedicarse a ello profesionalmente, ¿qué harías y pensarías? Consejos para padres con niños que quieren aprender a dibujar.
Beneficios de enseñar a los niños a dibujar
Desde bien pequeños los niños entran en contacto con esta disciplina artística, y es que una de la primeras actividades que hacen en la escuela infantil o posteriormente en el colegio es aprender a manejarse con los lápices, pinturas y rotuladores.
Los beneficios de que los niños dibujen son muchos: estimula la creatividad e imaginación, ya que el niño crea de la nada todo lo que se pasa por su cabeza. Además a través de esta actividad se mejora la observación y concentración, puesto que al dibujar algo que ya existe hay que observar muy bien cómo funciona.
Eso sí, no es tarea fácil, requiere de mucha constancia y esfuerzo y supone un crecimiento personal al ver cómo las pequeñas metas que uno se pone se van cumpliendo y cómo se mejora en ello. El dibujo requiere, además, mucha práctica y el aprendizaje de aspectos más técnicos como el uso del color o la luz que favorece el desarrollo de la percepción del espacio tridimensional.
Consejos para padres con niños que quieren aprender a dibujar
Al principio los niños verán el dibujo como un juego. Sus primeras creaciones serán manchas de colores difíciles de clasificar, pero según vayan desarrollando su habilidades psicomotrices y perfeccionando su técnica sus creaciones serán más figurativas.
En todo este proceso los padres podemos jugar un papel importante. Podemos apoyar y animar a nuestros hijos a desarrollar este arte con gestos y conductas como las que nos recomienda Laila Matari, más conocida en instagram como Juclart, ilustradora de libros como ‘Elena Sirena’ de Ona Carbonell, y del que en casa somos muy fans
– Enseñarle a disfrutar con el dibujo
Cuando nuestros hijos son pequeños debemos tratar el dibujo como un juego. Para mí el dibujo nunca fue algo realmente serio. Disfrutaba de los trabajos de clase donde podía crear lo que fuese, ya que crear no es más que jugar. A lo largo de mis estudios he vivido tanto experiencias más estrictas, ciñéndose a la teoría y la rigidez, como otras mucho más flexibles y divertidas. En mi caso en concreto estoy más centrada en un target infantil y que he crecido con Disney como referente, así que realmente defiendo que los niños vean este arte como algo divertido.
– Muéstrale todo tipo de herramientas que existen en el mercado
Hay un montón de técnicas con las que experimentar: pintura, acuarela, ceras, papeles para hacer mosaicos… Las técnicas, como la pintura, son más expresivas y otras como el mosaico practican mucho más la concentración; eso sin contar con lo rápido que avanza el mundo y las técnicas digitales que algunos móviles y tabletas llevan incorporados. ¡Que explore con todas ellas!
– No hay que cortarles las alas a los niños respecto al arte
Deberíamos reflexionar sobre lo importante que es el arte y lo mucho que lo consumimos a diario (cine, literatura, teatro, danza, música, dibujo, ropa, maquillaje…) y aprender a valorarlo. Así que si los niños muestran interés por esta faceta, ¡apoyémoslos! Ya no solo por su posible futuro, sino porque pueden aprender muchísimas cosas a través del dibujo. ¿A qué chaval no le gusta sentirse respaldado por sus progenitores? ¡A ninguno!
– Anímale en todo momento
Si su ritmo es lento, respétale y siempre muéstrate positivo. Cuando veo mis primeros dibujos, me entra la risa de lo malos que son, pero si en aquel momento mis padres me hubiesen dicho lo que yo ahora pienso lo más posible es que lo hubiese dejado de lado pensando que no se me daba bien.
– Conviértete en su mejor inspiración
Cualquier objeto o persona es susceptible de convertirse en un dibujo, ¡todo vale para encontrar la inspiración! Podemos buscarla en otros tipos de arte como música, cine, arquitectura o, también, en facetas más personales como la familia, sitios que nos gustan o hemos visitado… En mi caso, a veces veo un edificio, un paisaje o una cafetería, me imagino una pequeña escena y paso lo que visualizo en mi cabeza al papel.