Divertido, educativo, original… Así es el Playmobil Fun Park. Una experiencia para niños, pero también para mayores que tienen el salón de su casa y/o en las estanterías de su habitación invadidos por estos clásicos muñecos.
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Prepara tu visita al Playmobil Fun Park
El parque de Playmobil está situado en la localidad alemana de Zirndorf. Quizás este nombre no te suene pero está a tan solo 20 minutos de Nuremberg. En nuestro caso fuimos desde Múnich, nuestro campamento base, y tardamos en coche un poco menos de dos horas. Allí dejamos el coche en el parking (no hace falta reservar) por 5 euros al día.
Los tickets para el Playmobil Fun Park puedes cogerlos a través de su página web por un precio de 17, 90 euros y si vas a partir de las 15.00 horas obtendrás una rebaja de dos euros. Los niños menores de tres años entran gratis. El horario en época de verano, como fue nuestro caso, es de 09.00 a 19.00 horas.
Te recomendamos que si tienes las fechas claras, compres tus entradas ya porque se acaban de un día para otro, ¡y lo decimos por experiencia! Casi nos quedamos sin poder visitar el Playmobil Fun Park.
Es recomendable llevar traje de baño, toalla y ropa de cambio para la zona de juegos con agua. Además no está de más ponerse calzado cómodo y con una suela fuerte para las áreas de escalada. Por último, echa en tu mochila una gorra y protección solar. ¡Lo agradecerás!
Se puede pasar comida y bebida (cuchillos y alcohol no). Y aunque la inmensa mayoría de los visitantes que nosotros vimos montan su particular pícnic allí, hay hasta un bier garten para tomar jarras de cerveza.
Qué hace especial del Playmobil Fun Park
El Playmobil Fun Park no es un parque como Legoland, Disneyland o la Warner. No hay montañas rusas, ni norias, ni aviones a los que subirse, este parque fue diseñado originalmente para el juego libre y para que los niños desarrollen su imaginación y creatividad.
Está basado en las colecciones de Playmobil, con grandes escenarios donde los niños pueden trepar, saltar, mojarse, remar, investigar, excavar tesoros, pedalear… Aquí todo es actividad y exploración.
De hecho solo te puedes montar en tres cosas: los coches, los barquitos y las balsas. Y te recomendamos que lo hagáis porque os lo pasaréis genial. ¡Es, sin duda, una visita indispensable para hacer en familia!
Encontrarás la zona de los dinosaurios y el safari con casas de madera en los árboles a las que se accede con pasarelas de cuerdas. Se pueden ordeñar vacas de Playmobil o peinar a caballos de Playmobil a tamaño casi real…
Además hay toboganes, el castillo de Playmobil, el barco pirata, el minigolf (5 euros para adultos y 4 para niños menores de 1 años) y después un centro cubierto para jugar con Playmobil, perfecto para los días en los que el tiempo no acompaña mucho o hace demasiado calor.
Playmobil Fun Park es una auténtica pasada
Nosotros estuvimos todo el día -había que aprovechar la ocasión- en las que mis hijas casi no quisieron ni comer para no perderse nada. Como te puedes imaginar, la vuelta la hicieron dormidas porque estaban agotadas. Y es que el Playmobil Fun Park es una auténtica pasada.
Al salir se montan colas para poder pagar el parking y, como nosotros lo sabíamos, nos fuimos un poco antes, ¡menos mal!
Por cierto si estáis por Alemania recorriendo el país y estáis entre visitar el Legoland Park y el Playmobil Fun Park lo tienes difícil porque cada uno tiene su encanto y cada uno posee sus pros y sus contras. ¡Todo hacer asamblea familiar y decidir entre todos, je, je, je!
