Mágica visita a los estudios de Harry Potter en Londres

Visitar los estudios de Harry Potter en Londres era un objetivo que teníamos desde hace unos años pero que la Covid-19 nos frenó. Después de haber leído los libros de J. K. Rowling en castellano y los dos primeros en inglés y de haber visto las películas hasta perder la cuenta, queríamos pasear por el callejón Diagon, colarnos en el comedor donde Harry, Hermione y Ron comían o asistir a una clase muy especial de varitas. Un día mágico en los estudios de Harry Potter en Londres que compartimos contigo.

Cómo llegar a los estudios de Harry Potter en Londres

Acceder a los estudios de Harry Potter en Londres en transporte público es muy sencillo. Desde la estación de Euston salen trenes express que tardan poco más de 20 minutos hasta llegar a Watford Junction. Desde ahí deberás coger un autobús (gratuito, solo tendrás que enseñar tus entradas para los estudios) que reconocerás porque está decorado por el exterior con los logos de la saga. El recorrido suele prolongarse otros 15 minutos más.

Existe la opción de alquilar un coche y dejarlo en el aparcamiento, pero recuerda que en Reino Unido se conduce al revés que en España.

Así vivimos la experiencia de visitar los estudios de Harry Potter en Londres

Cuando tienes las expectativas muy altas, como era nuestro caso, piensas que quizás lo que te vas a encontrar puede generarte algo de decepción pero concretamente en este caso no fue así. Nuestro día en los estudios de Harry Potter fue increíble, asombroso, redondo, único, mágico, especial… ¡Nos faltan los adjetivos para describirlo!

Las niñas, que realmente son las fans de la saga de Harry Potter, lo vivieron con especial ilusión, pero no fueron las únicas. Papá, que solo ha visto una de las películas y trozos salpicados de las otras, salió con ganas de organizar un maratón a nuestra vuelta a España para visionar todos los títulos.

Las primeras salas muestran imágenes de las películas ordenadas por años de estreno, además de algunas fotografías de las mismas. Después de una presentación en la que nos da la bienvenida la mismísima J. K. Rowling, pasamos a un teatro, nos subimos al escenario para esperar a que una puerta gigante nos dé acceso directo al gran comedor.

Aún no podemos salir de nuestro asombro… ¡estamos, ni más ni menos, que en el escenario clave de las películas de la saga de Harry Potter! Según nos cuentan está montado como se usó en los rodajes, con el vestuario de todas las casas de Hogwarts y con utensilios míticos como el atril de Dumbledore. ¡Sin palabras!

Más cosas mágicas que te encontrarás en tu visita por los estudios de Harry Potter en Londres

De aquí realizamos un tour por distintos escenarios de la película como las escaleras, la sala de pócimas, la habitación de Harry… Por cierto, no se te olvide coger el pasaporte que encontrarás a la entrada del set y que podrás ir sellando en cada una de tus paradas.

Puedes hacer todas las fotografías que quieras y así recrear algunas de las escenas míticas de la serie. ¡Será como sentirte que estás en las distintas películas y que eres un mago más que ayuda a Harry en su cometido!

Otra cosa que nos gustó mucho es que tienes la posibilidad de asistir a una clase de varitas muy particular, conseguir ‘por arte de magia’ sobrevolar los tejados de Londres subido a una escoba gracias a distintos efectos especiales, comprar una cerveza de mantequilla en el bar o acceder al Hogwarts Express, el mismo tren en el que montaron Harry, Hermione y Ron para asistir al colegio de magos más famoso del mundo.

La segunda parte del tour guarda todavía grandes sorpresas… Por ejemplo, pasear por el número 4 de Privet Drive, el hogar de la familia Dursley y de Harry Potter desde 1981 hasta 1998, e incluso, entrar dentro de la casa. Solo se puede visitar la planta baja, pero es como lo has podido ver en la pequeña y gran pantalla.

Otro lugar emblemático es el invernadero de la profesora Sprout, el cual alberga muchas plantas exóticas y mágicas. Aquí se puede sacar una mandrágora de su maceta, tal cual se ve en ‘Harry Potter y la cámara de los secretos’. ¿Te atreves?

En la recta final del Harry Potter Studio Tour nos esperan dos de nuestros escenarios favoritos: el banco de Gringotts y el callejón Diagon. ¡Está tan bien recreado que parece real! Por último y antes de abandonar los estudios de la Warner Bros, la maqueta del castillo de Hogwarts. Se trata de una auténtica joya creada por el departamento de arte de la saga.

Consejos para vivir a tope la experiencia de visitar los estudios de Harry Potter en Londres

Si después de lo que has leído quieres vivir la experiencia en primera persona, toma nota de los siguientes consejos que te ayudarán a planificar tu visita:

1. Reserva tus entradas con tiempo porque se agotan rápidamente. Nosotros las cogimos con casi tres meses de antelación.

2. Tienes distintos packs: familiares, individual, grupo… Calculad cuántos sois y qué tarifa se ajusta mejor a vuestras necesidades.

3. Dispones de distintos horarios para entrar en los estudios de Harry Potter en Londres, tanto de mañana como tarde. Si las compras por adelantado, ¡podrás elegir!

4. Si sois pocos y cuando quieres ir no hay entradas por la web, te puedes acercar a taquilla y quizás tengas suerte. Un chico con el que coincidimos en el tren pudo entrar con tickets de ‘última hora’.

5. La visita, que para nada se hace pasada, dura alrededor de 4 horas.

6. Al entrar puedes adquirir por tres libras una audioguía (hay idioma español) que te descubrirá secretos que quizás no conocías.

7. Dejan entrar comida y puedes sentarte en las sillas y mesas de la cafetería.

8. El 95% del recorrido es interior pero hay una pequeña zona exterior, así que no está de más llevarse algo de abrigo e, incluso, el paraguas. Ya sabes que la lluvia y las nubes suelen acompañar el día en la capital británica.

9. Para la vuelta, tendrás que deshacer el camino de ida. ¡No tiene pérdida!

10. Si tus hijos tienen disfraces o distintos complementos (varitas, gorros, bufandas…), anímales a que se las pongan para realizar este tour. No serán los primeros ni tampoco los últimos.

11. Y el mejor de los consejos: disfrútalo al máximo.