Son tantos los valores que transmite el libro ‘Olga y la extraña criatura sin nombre’, de Elise Gravel para la editorial Blackie Books, que es difícil destacar uno solo: amistad, empatía, respecto y amor por animales, curiosidad… Una propuesta literaria que encantará a los niños amantes de los animales (y a los que todavía les tienen un poco de respeto) y a los papás y mamás por todo lo que sus hijos pueden aprender de él.
‘Olga y la extraña criatura sin nombre’, un libro que anima a los niños a conocer el mundo más allá de sus fronteras
Olga es una niña que le aborrece los zapatos y los calcetines, a la que le encantan los sándwiches de jamón y queso con pepinillos y sonríe poco, aunque es muy feliz y no se pone otra cosa que no sean vestidos de manga larga.
Sin embrago, Olga no duda, lo tiene clarísimo. Adora a los animales. Le parecen los seres más bonitos, adorables y simpáticos del mundo entero. Mucho mas que los humanos. Los animales no regañan, los animales no mienten, los animales no contaminan, no roban las gomas de borrar ni declaran guerras. Olga nos lo cuenta: los animales van a su bola y solo se meten en sus asuntos.
Tanto le gustan los animales que su habitación está repleta de microscopios, pijamas de animales, zapatillas de animales, enciclopedias de animales, peluches de animales… Y todo ello presidido por un póster gigantesco de Jane Goodall, la amiga de los gorilas. Su objetivo es ser zoóloga y convertirse en una gran científica.
A Olga le encantaría crear nuevas especies a partir de las existentes. Para ello, estudia, estudia y estudia sin descanso a los animales junto a su mascota Rita, una araña de patas largas que habla francés y a la que no puede abrazar porque la destrozaría. Pero, de repente, un día escucha un ruido extraño en el cubo de basura de su casa. ¿Qué será? ¿Un ratón? ¿Una mofeta? ¿Un gato comiendo sardinas?
Para ser sinceros, Olga es una gran investigadora de animales, pero, también es una niña pequeña y algo de miedo sí que siente. Ignora lo que se mueve en el interior del cubo e intenta ser cautelosa. Descubre un montón de cacas de todos los colores junto a la basura.
Ella conoce los excrementos de todas las criaturas y no le concuerda con ninguna. Sumida en sus pensamientos, el cubo se cae produciendo un ruido ensordecedor. Aquí comienza la gran aventura de Olga con Meh. ¿Os animáis qué descubrir qué pasa? ¡¡¡Venga, seguid pasando páginas!!!
‘Olga y la extraña criatura sin nombre’, de la editorial Blackie Books, es uno de esos cuentos que convencen, además de entretener. Los niños aprenden (o se reafirman) que el amor y el respeto por los animales es esencial para su crecimiento como individuos.
Muchas veces los adultos no entendemos la admiración, cariño y simpatía que los más pequeños sienten por todas las criaturas que salen a su paso. En realidad, son los niños los que no comprenden por qué los adultos no adoramos a unos seres que nos ayudan tanto a permanecer vivos.
Olga, la niña científica, abre las puertas a la curiosidad, la investigación, a preguntar y no conformarse con la respuesta más sencilla. Olga necesita entender el qué, cómo, dónde y porqué de las cosas. Una lectura de lo más recomendable para saciar las inquietudes de muchos niños o para animarlos a conocer el mundo más allá de sus fronteras.
Si buscamos una lectura divertida, fácil, entretenida y formativa, los padres encontraremos en ‘Olga y la extraña criatura sin nombre’ todo lo que buscamos para nuestros hijos: la aventura de una niña inquieta ávida de respuestas, y todo ello aderezado por ilustraciones fantásticas que les ayudan a encender su imaginación desde la primera página. Y si nuestros hijos son amantes incondicionales de los animales, este libro debería ser un imprescindible.