Si tú también buscas un espectáculo de magia para toda la familia con el que reírte de lo lindo y volver a ser niño durante unos minutos, sin duda la respuesta la encontrarás en ‘¡Papá, quiero ser mago!’, de Isaac Marian. ¡Descubre lo bien que lo pasamos nosotros!
Trucos, magia y mucha creatividad ¡esta obra da para mucho!
‘¡Papás, quiero ser mago!’, en el teatro Luchana Kids, es mucho más que un espectáculo de magia. Es una obra pensada para disfrutar, reír a carcajadas y pasar un rato de lo más agradable.
Primero por los trucos que hace el mago, segundo por el ambiente tan acogedor que logra -mi hijo salió al escenario en dos ocasiones y eso que es muy tímido- y tercero porque este showman sabe cómo hacer trucos de magia delante de ti para que tú te preguntes ‘pero, ¿cómo lo ha hecho?’.
Y es que, por muy sencillo que pareciera, su magia da para mucho: monedas gigantes que aparecen detrás de las orejas, un amigo invisible que bebe de un vaso de leche o un cofre que parece tragarse las palabras más mágicas. Eso por no hablar de las bolitas que se multiplican dentro del puño cerrado o la cuerda mágica.
No te puedo contar todas las escenas que hemos visto, correría el riesgo de estropearte la velada, pero ya te adelanto que si al final lo eliges como plan para el fin de semana disfrutarás de un rato muy entretenido en familia. ¡A nosotros nos dolían los mofletes de reírnos tanto!
‘¡Papá, quiero ser mago!’ Un espectáculo de magia para vivir en familia
Después de permanecer 10 temporadas en cartel, más 60 000 espectadores ya la han visto, se puede decir que es la obra con más éxitos de Isaac Marian. Un espectáculo que está enfocado a los niños, porque yo creo que todos los peques en algún momento de su infancia sienten curiosidad por los trucos y la magia; pero que además está diseñado para deleite de los mayores, y es que nosotros no paramos de reír desde que nos sentamos hasta que nos levantamos; y también de los más peques de la casa, la obra está indicada a partir de 5 años, pero a mi hija que aún no los tiene también le encantó.
La representación dura más o menos 60 minutos y sobre el escenario solo está el mago acompañado de su amigo invisible y sus bártulos de mago: un baúl, una pequeña caseta, un pompero y demás artilugios que con solo verlos ya sabes lo divertidos que van a ser.
Isaac Marian también nos contó su historia, él desde bien pequeño, al asistir a un espectáculo de magia como los que hace él ahora, ya supo que quería ser mago y vaya si lo ha logrado. Tal vez sea ahí donde radica el secreto de los grandes magos: transmitir su pasión por lo que hacen. Y, por cierto, también el nombre de montaje.