La gran pantalla vuelve a acoger una comedia española para el gran público. Sí, aquí no debemos dejar a nadie en casa. Los abuelos, los peques y adolescentes y los papás y mamás debemos disfrutar todos juntos de ‘¡Vaya vacaciones!‘, de Víctor García León, porque las risas y las miradas de complicidad entre los adultos están garantizadas. Y es que aquí los abuelos se incorporan por derecho propio a la nueva edad de oro que disfruta el cine familiar en España.
‘¡Vaya vacaciones!’, una película familiar en la que no falta la risa
La película arranca a lo grande prometiendo mucho (y luego cumple). Ya en los títulos de crédito nos llevan de un modo soberbio a un callejón sin salida al que han conducido sus nietos a la pareja protagonista (Tito Valverde está magnífico y sabe como destacar, pero sin eclipsar a nadie y mucho menos a los jóvenes actores).
Estamos ante un largometraje para familias con padres ocupados, hijos inquietos (tres con diferentes edades y sus diversas complejidades y demandas) y abuelos generosos y amorosos. Y ahora toca autoreconocerse. Manuela y José adoran a sus nietos. Pero los primeros, los padres, han tomado la costumbre de dejar a sus pequeños al cuidado de los abuelos.
Al principio por conciliación laboral (qué lejos resuena aquello de que lo mejor para los niños es que se críen en “tribu” y no como ahora que nos pasamos el día tirando de agenda telefónica y pidiendo favores a familiares y amigos e incluso haciendo castings para contratar a alguien que cuide de nuestro mayor tesoro), pero la cosa se va de madre. Pura comedia.
Y los días se van sumando hasta el punto de que los abuelos ya no recuerdan cuando tuvieron un rato para ellos mismos. Para colmo se acerca el verano. Aquí ya las risas pasan a carcajadas con los chantajes emocionales.
Los yayos se ven obligados a cancelar el viaje de sus sueños porque a sus hijos les ha salido un viaje importantísimo de trabajo. ¿En serio? ¿De trabajo? El enredo se dispara. No quiero hacer spoiler, pero el mismo trailer lo destripa. Una cosa es tratar de conciliar y por necesidad y otra bien distinta es abusar.
En resumen, la risa es la auténtica protagonista del filme y es muy entrañable ver a unos abuelos guerreando, pero, sobre todo, queriendo a unos nietos que no lo ponen nada fácil. Es una película muy fresca que ya pide a gritos verano, olvidarse del despertador, piscina, casa del pueblo y por supuesto, reuniones familiares. Para ir abriendo boca, ¡Vaya vacaciones! es todo un planazo familiar y más aún, es todo un homenaje más que merecido a los abuelos.