Situado en Ugena, Toledo, pegado a Griñón y Carranque, se encuentra Ecoterránea, una finca en plena naturaleza para descubrir y disfrutar de un estilo de vida más sencillo y sostenible. Aquí, los huertos ecológicos se mezclan con áreas de juego y aprendizaje, junto a espacios con todo tipo de animales (gallinas, cerdos, gatos o caballos).
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Ecoterránea, el plan perfecto para pasar tiempo en familia
Los fines de semana Ecoterránea organiza talleres, en grupos reducidos, pensados para familias en los que nos invitan a explorar, aprender y jugar juntos, mientras conectamos con la naturaleza y el medio rural. Dependiendo de la época del año los talleres tienen una temática distinta. Por ejemplo, en los primeros meses del año sus propuestas incluyen actividades de cocina. Un plan perfecto para pasar tiempo de calidad en familia.
Los talleres de Ecoterránea
Nosotros tuvimos la oportunidad de asistir a un taller de elaboración de quesos. Nos enseñaron cómo hacer queso fresco con ingredientes que podemos encontrar en cualquier supermercado. Simplificando los procesos, nos dieron las pautas para replicar la receta en casa. Fue super divertido. Nuestro hijo de tres años se convirtió en un pequeño chef y participó en todo el proceso.
Además, mientras esperábamos a que se terminase de cocinar el queso hicimos mantequilla en un bote de cristal. Sí, solo usando nata y agitando el frasco logramos una buena cantidad de este rico alimento. A cada paso, Alicia y David, los artífices de Ecoterránea, nos fueron explicando qué procesos hay que seguir para elaborar queso y obtener mantequilla. Terminamos este taller con una degustación de todos los productos que hicimos.
Gallinas, burros y gatos, los habitantes de Ecoterránea
En las dos horas que dura la actividad también dimos un paseo por la finca para conocer todos los espacios y los animales que la habitan. Visitamos a las gallinas y los cerdos y les dimos de comer, mientras David nos explicaba las diferentes razas de gallos y gallinas y los tipos de huevos que ponen. También conocimos y acariciamos a los burritos de la finca. Y disfrutamos de la visita de algunos de los gatos que campan a sus anchas por el lugar.
Una vez terminadas todas las actividades pudimos disfrutar de otras dos horas de tiempo libre. Nos divertimos en sus zonas de juegos que incluyen arenero, cama elástica, rocódromo o tirolina, y disfrutamos de un picnic en familia al aire libre. Tuvimos todas las facilidades, el espacio cuenta con mesas y sillas, así como nevera y microondas, por lo que pudimos llevarnos nuestra propia comida.
