Cada época del año tiene sus propias rutas. Y así en otoño hay sendas que son casi obligatorias porque el espectáculo que ofrecen no tiene palabras. Como hasta el 21 de diciembre no entra el invierno de manera oficial, todavía estás a tiempo de acercarte a la provincia de Ávila para hacer la ruta del Castañar de El Tiemblo. Si te animas, te dejo aquí algunos consejos que te serán muy útiles.
Cómo disfrutar de la ruta por el Castañar de El Tiemblo. Excursiones con niños cerca de Madrid
Sin duda el Castañar de El Tiemblo es uno de los bosques más bonitos que hemos visto hasta la fecha y eso que el día que visitamos este maravilloso paisaje había estado lloviendo la noche anterior, pero quizás por eso estaba mucho más bonito, brillante, resplandeciente e, incluso, mágico.
Para llegar hasta la entrada de El Castañar tienes varias opciones. Subir el coche hasta arriba para dejarlo en uno de los tres parking vallados y vigilados (la carretera es de curvas, un solo carril y una distancia de ocho kilómetros).
Tiene un coste de seis euros por coche y dos euros por adulto (los niños no pagan) y si accedes en autobús, dos euros por adulto (aquí los menores también son gratis). Por cierto, los perros son bien recibidos, pero siempre y cuando vayan atados.
Según entras verás un cartel informativo al que podrás hacer foto y así conocer las distintas alternativas para conocer este rincón abulense, aunque mi consejo – y si me sigues y has leído otras rutas mías te sonará raro- sería olvidarse de las indicaciones y dedicarse a pasear sin prisas, a contemplar el juego de colores de los árboles, a buscar castañas (se pueden coger pero no te las puedes llevar, así que es recomendable hablarlo con los niños para que no se lleven ninguna decepción).
Aún sí, una vez que llegas allí, te encontrarás con la cabaña de madera del guía. Entonces pasas un puente, sigues un sendero recto y te encuentras con una bifurcación con un camino que te lleva hacia arriba y es quizás algo más duro o para niños más mayores porque tiene una bajada muy complicada según nos contaron la gente que lo han visitado y luego otro más sencillo.
Así que piérdete, atraviesa montes, mira de arriba a abajo y de izquierda a derecha sin miedo a despistarte y acabar en un sitio alejado. Hay un sendero que te guía y, además, hay mucha gente a la que puedes preguntar. El Castañar del Tiemblo es una explosión de colores para quedarte horas observándolo y relajarte.
Eso sí, no dejes de pararte en dos sitios muy famosos en el Castañar de El Tiemblo. El primero de ellos es el refugio de Majalavilla, una construcción clásica a la que puedes acceder. Y después, muy cerca tienes el castañar más antiguo del bosque con 100 años de edad.
¿Sabes cómo se llama? ¡El Abuelo! Está delimitado para que la gente no dañe sus ramas y pueda seguir creciendo y dando castañas. Si sigues el camino llegarás a una explanada y de ahí puedes retroceder sobre tus pasos. Esta ruta que yo te propongo suele ser de una hora, pero todo dependerá de lo que te entretengas maravillándote de este paisaje.
Por el momento del año en el que nos encontramos, lo que nos apetece es hacerlo por la mañana, pero aquí va otra sugerencia: comer en el pueblo prontito (hay sitios de comida muy rica con menú del día) y después acercarte hasta el Castañar a partir de las 14.30 horas o 15.00 horas. ¡Estará menos masificado y podrás aprovechar mucho más tu visita! ¡Será como estar en una película!
Si eres de los que siempre va con su mochila y su bocata de tortilla o de lomo adobado con pimientos, la otra opción es comer en las mesas que hay habilitadas antes de entrar en el bosque, porque dentro sí que es cierto que no hay ningún tipo de zona recreativa o de descanso.
Y una última anotación. Al principio solo verás pinos y pensarás ‘What?’, pero según avances los castaños te darán la bienvenida y te escoltarán durante todo tu recorrido.