La literatura no sabe de fronteras. Y aquí la editorial Destino Infantil & Juvenil ha traspasado todos los límites para presentarnos un auténtico escape room literario con enigmas visuales: Detectives Extraescolares. Misterioso cambiazo en la biblioteca. Todo un reto para lectores fans de los misterios. Atentos, que no solo hay que prestar atención a lo que se nos narra, aquí las ilustraciones también juegan un papel importante. Lupa en mano, no digo más.
Detectives extraescolares, un libro para los niños amantes de los misterios
Y esto no ha hecho nada más que empezar, porque la casa tiene entre sus manos una saga de detectives llena de humor donde los protagonistas son niños y niñas que se convierten en ingeniosos investigadores gracias a la imaginación del escritor e ilustrador Enrique Carlos Martín, con una edición a todo color que combina páginas de cómic con texto corrido.
La colección pertenece a los middle grade de la casa editorial por integrarse en género fantasía y estar destinados a un público entre ocho y doce años.
Una serie interactiva llena de enigmas, con acción trepidante, mucho humor y situaciones de carcajadas para que los pequeños lectores puedan resolver los misterios planteados siguiendo la lógica expuesta. Vamos, como si nuestros hijos se hubieran convertido en Sherlock Holmes y este se hubiera instalado en nuestro salón, ya que los peques acompañan a los protagonistas en su investigación. Y es que ni ajedrez, ni chino mandarín, ni patinaje. La nueva extraescolar del colegio es ¡ser detective! ¿Quién se apunta?
Vayamos a la historia que ha hecho que mi pequeña sujetara el libro con una mano mientras con la otra se comía las uñas de la intriga. Incluso, alguna vez la he pillado pasando páginas buscando alguna ilustración que le adelantará algo para decantarse por alguno de los posibles sospechosos.
Detectives extraescolares nos presenta a cuatro alumnos que deciden reconvertir una de las extraescolares en una agencia de detectives. Y ellos son Lena, tímida, curiosa, tenaz y valiente; Álex, escrupuloso, maniático y ordenado; Bruna, metepatas, fiestera, teatrera y positiva (por supuesto, la favorita de mi hija). Y Kike, torpe, cagueta, pero consigue que todo el mundo se lleve bien (mi preferido). ¿Cuál creéis que elegirán vuestros pequeños?
La trama arranca con Doña Equis, famosa investigadora que se encuentra en horas bajas desde que la picó el mosquito duermevela en un caso por tierras africanas que la llevó a la ruina. Desde entonces apenas consigue mantenerse despierta unos ratillos al día y claro, así no hay manera de trabajar, sólo de dormirse en medio del escenario del crimen. Todo se complica cuando un malentendido la lleva a dar clase en un colegio. Y aquí es cuando empieza a desencadenarse varias situaciones cómicas que nos arrancan la risa. Así, es como nuestros cuatro protagonistas, sus alumnos, deciden ayudarla a recuperar su prestigio.
La historia avanza con mapas, con teorías (más o menos disparatadas. Las de Kike son las más divertidas) y con la presentación de numerosos sospechosos que van bailando en el encabezamiento de la lista de culpables. Y hasta aquí puedo escribir. Solo añadir que nuestras apuestas en casa iban cambiando según íbamos avanzando en la lectura.
Enrique Carlos Martín lleva muchos años dibujando y sus ilustraciones se pueden encontrar en libros de editoriales como Anaya, Santillana, Edebé, Grijalbo o Vicens Vives, y sus cómics en otras como Dupuis, Norma o El Jueves. Actualmente está inmerso en el desarrollo de esta misteriosa colección. El segundo título de la serie, Misterioso robo en la tienda de antigüedades, llegará a las librerías el próximo 26 de abril. Apuntada queda la cita en la agenda familiar.