Orbaneja del Castillo es uno de los pueblos más pintorescos y más bonitos de la provincia de Burgos, encajado en el Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Sus casitas de cuento, su preciosa cascada, sus pozas de color azul turquesa y sus miradores lo convertirán en uno de tus lugares imprescindibles de España que sí o sí debes de visitar alguna vez en tu vida.
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Visitar Orbaneja del Castillo, plan al aire libre que no puedes dejar de hacer
La combinación de sus espectaculares paisajes naturales y un pueblo que ha conservado ese sabor popular en sus calles convierten a Orbaneja del Castillo en unos de los enclaves más bellos del Norte de España.
Entre sus calles de piedra convivieron cristianos, musulmanes y judíos, un pueblo donde los caballeros templarios levantaron el hospital y el convento de San Albín para dar albergue y protección a los peregrinos, ya que, por aquí, pasó uno de los ramales más antiguos del Camino de Santiago.
Antes de llegar al pueblo, encontrarás dos parkings en los que dejar el coche. Te recomendamos que estaciones en uno de ellos, ya que de allí al pueblo no hay más de dos minutos caminando. Eso sí, echa un vistazo a tu izquierda porque allí podrás observar las pozas con el agua más turquesa que has visto en tu vida. Ni que decir tiene que el baño es más que tentador, pero desde hace un tiempo está estrictamente prohibido. ¿Sabes lo que hicimos nosotros? Pasear entre las pozas y conseguir una foto de postal.
La cascada de Orbaneja del Castillo
Solo cuando uno está enfrente de la idílica y famosa cascada de Orbaneja entiendo por qué todo el mundo habla de ella. Esas casas de piedra tan monas atravesadas por ese torrente de agua en forma de escalera con más de 25 metros de altura son una pasada.
Estamos, además, ante un tipo de cascada super especial, ya que el terreno tobáceo ha cedido
ante la presión del rio y ha creado pequeñas terrazas de piedra. ¡No le habrían salido tan perfectas ni al mejor escultor del reino!
La cascada siempre lleva agua, aunque es cierto que hay épocas en las que es más abundante, pero sea como sea ¡Siempre es maravillosa!
Después de hacer mil fotos para Instagram, nos disponemos a subir los escalones que atraviesan
este pequeño pueblito de apenas 50 habitantes censados y declarado Conjunto Histórico.
Orbaneja del Castillo, un pueblo con mucha historia
Orbaneja del Castillo tuvo su origen en la Edad Media. Sus casas son de estilo montañés y se
disponen en estrechas y empinadas callejuelas con sus balconadas de madera y sus flores
engalanando las fachadas.
Aprovechad para dejaros perder por las calles de este rincón tan bonito y contemplad el pueblo desde distintas perspectivas porque… Orbaneja no defrauda.
Un detalle curioso es que el pueblo está dividido en dos mitades totalmente diferenciadas. Por el punto exacto donde brota el río Ebro y donde se encuentra la cueva del Agua, una cavidad perfectamente visible.
Si levantamos un poco la vista, veremos que justo sobre esta cueva, se alza otra: la Cueva del Azar, en cuyo interior se pueden ver muestras de arte rupestre del Neolítico y que se puede visitar por 2€.
Antes de abandonar el pueblo os aconsejamos caminar hasta el final de este y encaminaros hasta el mirador desde el cual podréis ver la formación rocosa que se produce justo enfrente de Orbaneja. No
hace falta tener demasiada imaginación para poder ver la silueta de dos camellos besándose y, además, en el hueco que ambos dejan, podrás ver, claramente, la silueta del continente africano. ¿Sois capaces de verlos?
Si queréis aprovechar y comer en el pueblo, a pesar de su pequeño tamaño, cuenta con opciones como El Rincón, con menú a buen precio y Taberna El Risco, con comida casera y vistas excelentes. Si vas en fin de semana, recuerda reservar o te quedarás sin mesa. Y ya os advertimos que no hay mesas de picnic en la zona.
Qué ver en los alrededores de Orbaneja del Castillo
Si contáis con tiempo suficiente, realizad una excursión pequeña al sur de Orbaneja. Se trata de una ruta que os llevará al Pozo Azul, en Covanera, y donde os encontraréis con un agua azul celeste que se esconde en las profundidades de una red de galerías inmensa.
Para ello solo tendréis que seguir las indicaciones del pueblo y dejar el coche justo donde comienza la
senda. Es un camino sencillo, perfecto para hacer con niños, incluso en carrito, que os llevará a la misma orilla del Pozo Azul. Aquí el baño está permitido, pero la temperatura te puedes imaginar cómo está, ¿no
Nos parece una plan perfecto para una escapada de fin de semana. Y si te quedas con más ganas de disfrutar de la provincia de Burgos, no dejéis de visitar algunos otros pueblos como Frías, Peñaranda de Duero, Lerma, Santo Domingo de Silos, Aranda de Duero, Covarrubias, Caleruega o la reserva natural situada en Salgüero de Juarros con Paleolítico Vivo.
