Ojos sin pestañear, cuerpos inclinados hacia delante en la butaca, bocas abiertas y manos alzadas para ser seleccionados como protagonistas. Eso es un espectáculo de magia, además claro de pura diversión. El teatro Marquina de Madrid acoge el show de Magia Majara, una producción familiar para sorprender a niños (recomendado a partir de cinco años) y a adultos que lleva por título ‘Próxima Parada’.

Viaje entre trucos y risas con Magia Majara

Tres magos simpáticos con recursos para trucos sencillos, pero muy efectivos, son los protagonistas (con permiso de los pequeños de la casa). Germán Mata, Elena Torné y Julio Sánchez nos llevan de la mano por un viaje en tren sobre las tablas del escenario saltando de un artificio a otro. Pañuelos de colores, cuerdas, escapismo, cartas… El catálogo es amplio y para todos los gustos.

El planteamiento es el siguiente. Se supone que vamos en un tren, en uno de vapor de principios del siglo XX (cuando las maletas no llevaban ruedas y podía ir una gallina entre los asientos), y como si de la vida misma se tratara, hay una avería. Toca parar y esperar a que el maquinista lo resuelva. Pero calma, los interventores y jefes de estación se van a desvivir porque el ratillo de espera se nos pase volando. Todos enganchados desde el minuto uno. 

“¿¡Cómo lo ha hecho!?”, “¡aaaalá!”… se escuchaba entre las butacas. Y eso cuando los peques no están respondiendo a los magos, ya que estos no paraban de interactuar con el público y hacernos reír y alucinar a partes iguales. Todo un show interactivo. Nuestra pena fue que por mucho que levantamos las manos no conseguimos que nos señalaran y acabar junto a ellos en el escenario convertidos en auténticos magos. Seguiremos insistiendo.

Los magos entran y salen del escenario haciendo números graciosos y dando ritmo al devenir de los trucos que lo hacían muy ameno. Perfecta la fusión de la magia con el difícil mundo del humor. Y es que, ya se sabe, el público infantil es el más difícil de conquistar. Pero, ojo, que también hubo ganchos lanzados para los adultos (algún político pilló, por ejemplo, en el truco del escapismo. ¿Habéis adivinado quién fue el mencionado? La respuesta en el teatro, nada de spoilers). Ya se sabe, la ilusión y las ganas de reírse no entiende de edades.

Beneficios de la magia para los niños

La compañía tiene una trayectoria de más de 10 años y en su mochila atesoran más de 2.000 actuaciones tanto en España como fuera de nuestras fronteras. ¡Ahí es nada! Han estado cinco temporadas consecutivas sumando aplausos con su archiconocido espectáculo Magia Majara, Pata de cabra. La nueva apuesta, Próxima Parada, si nos basamos en el aplausómetro al acabar la función, tiene pinta de revalidar el éxito de su anterior montaje. 

Ya tengo unos años, pero confieso que sigo creyendo en la magia. La magia es ilusión, esperanza, sorpresa… una lista larga de beneficios. Y si encima añadimos la inocencia de los pequeños de la casa, la magia se convierte en todo un poder. No lo digo yo, lo dicen muchos expertos: los beneficios de que la magia esté presente en la vida de los niños pueden ir desde hacerles sentir más empoderados hasta convertirse en adultos más creativos.

Cuando como padres alimentamos la creencia en la magia, ayudamos a nuestros hijos a expandir su imaginación. Con esto no quiero decir que haya que mentir directamente a los pequeños, pero sí permitirles soñar y crecer con ilusión, con un “todo es posible”.

Está claro que según vayan creciendo, sus creencias mágicas disminuirán y la realidad se irá imponiendo, pero ellos ya tendrán herramientas creativas e imaginativas para dar un paso al frente. En fin, nuestra apuesta en casa es que viva la chispa de la imaginación el mayor tiempo posible y estos espectáculos, como el Magia Majara, son una buena herramienta para ayudarnos a conseguirlo.