¿Cuántos espectáculos de magia hay en la cartelera madrileña? No los he contado, pero te puedo asegurar que la oferta es amplia: desde esas grandes propuestas con importantes presupuestos hasta aquellas más sencillas pero no por ello con menos calidad. Hoy te vengo a contar qué hay detrás de ‘Magia por aquí, magia por allá’, el espectáculo del mago Jesús de la Torre que cada fin de semana llena la sala de El Corral Lope (Calle Lope de Vega, 22) y que no para de recibir buenas críticas.
¿Por qué nos ha gustado tanto ‘Magia por aquí, magia por allá?
Los montajes de magia son siempre una propuesta que agrada y entusiasma a los niños. Y es que son muy interactivos y espontáneos, y perfectos tanto para aquellos niños que no pueden aguantarse las ganas de comentar lo que están viendo en directo (entre ellos mi hija pequeña) como para los que, de primeras, pasar una hora en una sala medio a oscuras mientras enfrente suya hay alguien hablando no les atrae para nada.
¿Y qué pasa cuando el niño entra en una sala de 30 personas, tiene al mago que casi le puede tocar, es incapaz de adivinar cómo el artista sabe la carta que ha elegido su madre o el truco que le permite hacer desaparecer un huevo y, encima, se convierte en parte del show y en ayudante del mago? Que no solo se le pasa volando la hora del espectáculo sino que pide repetir y empieza a pensar que quizás esto de ir al teatro también mola.
‘Magia por aquí, magia por allá’, del mago y ‘tramposo’ Jesús de la Torre, como a él le gusta definirse, ha sido nuestro último gran descubrimiento y nos ha gustado tanto (a continuación te voy a dar todas las razones) que queremos que siga, siga y siga muchos años más (lleva unos cuántos) en la programación del teatro El Corral Lope sorprendiéndonos y haciéndonos sentir que todo es posible, ¡hasta lo más difícil!
La sala El Corral Lope es pequeña, con un aforo de poco más de 30 personas. Esto lo hace todo mucho más familiar y cercano -casi como si estuvieras en el salón de tu casa- y convierte esta experiencia teatral en algo envolvente y mágico.
Desde el principio, Jesús de la Torre quiere que todos estemos relajados y no sintamos cómodos porque todos los que estamos allí, de alguna manera u otra, vamos a formar parte del desarrollo de ‘Magia por aquí, magia por allá’. Así después de estrenarse con dos sencillos trucos (seguramente para él, porque para nosotros son y serán siempre todo un mundo) comienza una sucesión de momentos en los que el humor y la magia se alternan.
Y, atención papás y mamás, tomad buena nota porque al principio de la actuación el mago Jesús de la Torre desvela cómo nosotros podemos hacer en casa uno de los números. Ya te adelanto que solo vas a necesitar cartulina blanca, rotulador negro y unas horas de práctica. Y es aquí cuando te das cuenta de cómo se puede engañar de manera sencilla al cerebro.
Hay grandes instantes a lo largo de su representación pero quizás el final – no seguiré escribiendo mucho más para no hacerte spoiler- es el mejor o de los mejores, de esos que, aunque sea muy manido, te dejan con la boca abierta (para mi hija fue el instante en el que salía ella para hacer desaparecer y/o multiplicarse bolas rojas en su mano).
Salimos todos encantados (íbamos un grupo de 15 personas): los más benjamines que tienen siete para ocho años, los que están a punto de entrar, si no lo han hecho ya, en la adolescencia con 11 años y los padres y madres que por unos minutos volvimos a sentirnos como niños.
Si tuviéramos que poner una pega, diríamos que a veces la cabeza del mago va tan rápida que las palabras se le aturullan en su lengua y se traba, pero, desde nuestro punto de vista, esto le hace más real y empático. Si ya lo dice el refrán ‘Quién tiene boca, se equivoca’.