Pedro Mañas se ha convertido en el Rey Midas de las letras infantiles y juveniles. Todo cuanto escribe cuenta con el aplauso de los lectores y el respaldo de la crítica, pero no por ello se queda en su área de confort. Pedro vuelve a un género que visita de vez en cuando, la poesía. Así ha llegado a las librerías su primera colección de poesía infantil ilustrada: ¿Quién soy?

‘¿Quién soy?’, la nueva colección de poesía infantil de Pedro Mañas

pedro mañas el bosque

El superventas de títulos como Anna Kadabra o Princesas Dragón, con los que nos ha conquistado en casa, se introduce de nuevo en este género en el que suele picotear para llevar a los más pequeños, de una manera sencilla y cercana, a una nueva forma de seguir aprendiendo y jugando con las letras. Y de nuevo, aseguramos que ha vuelto a acertar con este salto mortal literario.

Detrás de esta aventura esta la casa editorial Beascoa y se acompaña de las magníficas ilustraciones de Katia Klein. ¿Se puede pedir más? Sí, empezar a leerle que ya estamos tardando. De momento, la colección ha arrancado con dos volúmenes, donde se descubre poéticamente un elemento de la naturaleza.

Pero estamos hablando de Pedro Mañas, la cosa no puede ser tan sencilla. Y es que, hay una vuelta de tuerca: la voz poética es la del propio elemento natural personificado en un niño, un pequeño compañero que va disfrutando de varios escenarios de la Naturaleza. No he dicho nada y lo he dicho todo.

Así, nuestros protagonistas serán, según vayamos avanzando en la colección, por ejemplo, el niño Mar o el niño Bosque. Pura fantasía para llevarnos de la mano junto a nuestros pequeños a esos entornos que muchas veces miramos, pero sin saber ver. Las deliciosas ilustraciones de Klein nos sirven de guía para no perdernos. 

La serie arranca con el libro ¿Quién soy? El Bosque. Aquí nuestro frondoso protagonista deja huellas de hierba allá donde pisa después de descansar en una madriguera, da saltos altos como los abetos, se baña para estar guapo y salta sobre las rocas del río. ¿Quién se anima a descubrirlo? Este volumen es ideal para aventureros.

[Leer más: ‘Los cazapesadillas, de Pedro Mañas]

El segundo libro que se ha presentado es ¿Quién soy? La Luna. La niña Luna duerme entre las nubes y cuando el sol se oculta es el momento de despertarse. ¡Atención! Al levantarse se le caen todas las pecas de un estornudo en forma de estrellas al cielo oscuro. Esta pequeña nos contará cuentos y nos cantará nanas. Un libro que será un acierto para los soñadores que tengamos en casa.

Los colores y las entrañables ilustraciones nos atraen. Los preciosos versos nos atrapan. Son dos excelentes libros para que los más pequeños se inicien en el conocimiento de la poesía. Para ello Mañas recurre a rimas breves y sencillas de estribillos musicales que hacen que no puedas dejar de leer ni quieras perderte tan bello recital.

Beneficios de que los niños reciten y escriban poesía

pedro mañas y la luna

He de reconocer que mi relación con la poesía es bastante escasa. Quizá porque desde mi infancia no he estado lo suficientemente expuesta a ella (aunque sí atesoro recuerdos y risas con mi hermana disfrutando de Gloria Fuertes).

Tras leer no pocos artículos de los beneficios que tiene la poesía en la edad infantil no quiero que mi pequeña quede al margen de este género literario. Sin pretender hacer cátedra, os recuerdo algunos de los beneficios que tiene leer poesía desde pequeñitos. 

La poesía hace lectores por su musicalidad, ya que les resulta a los más pequeños más fácil de escuchar, leer y recitar. 

Fomenta la expresión oral, pues da ganas de leerla en voz alta. ¿Qué tal un recita de poesía para el siguiente encuentro con los abuelos?

Es perfecta para ampliar vocabulario, ya que a través de la rima resulta más fácil memorizar ciertas palabras y, por tanto, incorporarlas en nuestro día a día.

Se aprende cómo funciona el lenguaje y se inicia uno en el sistema de símbolos y en las figuras retóricas como la metáfora o la comparación que los niños estudiarán según avancen los cursos de primaria.

Ayuda a expresar sentimientos profundos y a verbalizar emociones, eso que tanto a mayores como niños nos puede costar un poco en ciertas ocasiones.