Cuando les dije a mis hijas que íbamos a hacer una ruta donde los árboles hablaban no entendieron nada, pero ellas que son muy obedientes se metieron en el coche y fueron planteando distintas teorías sobre qué era lo que se encontrarían cuando llegasen a Villaviciosa de Odón. Solo te diré que es uno de los circuitos más divertidos y entretenidos que han hecho hasta la fecha, ¡dicho por ellas! ¿Te intriga a ti también en qué consiste la ruta de ‘Los árboles que hablan’?
¿Qué pasa cuando ‘Los árboles hablan’?
Cuenta la leyenda que los trolls, al principio, asustaban a los humanos porque era su manera de reaccionar ante nosotros cuando nos reíamos de ellos por ser feos y desaliñados. Para que no los viéramos, aprendieron a quedarse muy quietos como un árbol y así nadie podía burlarse de ellos.
Con el tiempo desarrollaron el don de poder convertir a las personas en árboles, pero solo a aquellos que se reían de ellos, por eso hoy vemos árboles con nudos en sus troncos que parecen caras humanas, porque… ¡antes fueron humanos!
Y así, con esta pequeña historia, damos comienzo nuestra ruta medioambiental por los jardines y el casco antiguo de Villaviciosa de Odón. Nuestro objetivo (el tuyo si te animas): acertar las preguntas que los 30 árboles con ojos tienen para nosotros. Y es que este recorrido es una iniciativa para concienciar a los niños y a los mayores de la importancia de cuidar el planeta Tierra.
La primera parada de este tour empieza en los los Jardines de Doña Laura García-Noblejas. No tengáis prisa en recorrerlo y en participar en los retos que os proponen allí los árboles. Después de este punto, toca ir directamente al árbol 8, situado en la misma calle en la que está este jardín. ‘¿Cuántos de nosotros -por los árboles- se talan en el mundo durante el minuto que tardas en leer y contestar a esta pregunta?’
a) La superficie equivalente a 30 campos de fútbol
b)La superficie equivalente a 7 campos de fútbol
c) La superficie equivalente a 2 campos de fútbol.
Para conocer la respuesta (cada miembro de la familia dio una contestación diferente) tuvimos que ir corriendo hasta el árbol 9 y así sucesivamente… ¿A que es divertido? Si además, haces como la madre de un amigo del colegio de mis hijas, y les imprimes a los niños un mapa con todo el recorrido, ellos mismos irán tachando el árbol que han encontrado en su camino.
Tengo que confesaros que algunos árboles son fáciles de identificar, pero también comentaros que algunos nos costó mucho más. ¡Fue todo un reto!
A lo largo de las cuestiones que los árboles que hablan plantean, las familias descubrimos curiosidades medioambientales que nos hicieron recapacitar y aprender a valorar y cuidar nuestro entorno. Por ejemplo, descubrimos cuántas veces se puede reciclar el mismo papel, ¿sabrías tú contestar a esta cuestión?
Tras avanzar en nuestra ruta y circular por el casco urbano, llegamos a la tercera y última parte de esta ruta: el pinar de Prado Redondo, que se adentra en el Jardín Histórico (cerrado por la nieve) y finaliza en el parque El Castillo con un lago con patos y una zona de columpios para los más peques.
Te animo a que de vuelta a casa, habléis con los niños de lo que les ha aportado esta visita, qué ha sido lo que más les ha sorprendido y qué hábitos o costumbres pueden mejorar o cambiar para cuidar el planeta.
La ruta de ‘Los árboles que hablan’ se puede realizar cualquier día y a cualquier hora porque es toda al aire libre, lo único que tienes que tener en cuenta es el horario de apertura de los Jardines de Doña Laura (verano de 11.00 a 21.00 horas e invierno de 11.00a 19.15 horas) y el Jardín Histórico (verano de 09.00 a 21.30 horas e invierno de 08:15 a 19.05 horas) cuando todo vuelva a la normalidad.
Como te digo, prometemos volver muy pronto para hacer la ruta completa y porque ya hemos fichado otras opciones de senderismo en esta localidad para hacer con niños: la senda El Sotillo, senda Forestal y senda el Monreal.