Todos los que tenemos niños hemos visitado (si no lo has hecho ya estás tardando) la casa del Ratoncito Pérez en Madrid. ¿Me equivoco? Está en la calle Arenal, justo en el centro de Madrid. ¿Qué pensarías si te dijera que el Ratoncito Pérez tiene una segunda residencia en el campo a la que acude para despejarse del bullicio de la capital? Se encuentra en Colmenar de Oreja, uno de los pueblos con encanto a menos de una hora de Madrid. ¡Te damos todos los detalles de la casa de campo del Ratoncito Pérez!
Conoce dónde está la casa de campo del Ratoncito Pérez
La plaza de mayor de Colmenar de Oreja tiene un encanto especial. De hecho es uno de los motivos por los que los turistas se acercan a este pueblo de Madrid situado en la zona de Las Vegas. También lo hacen atraídos por el museo del pintor Ulpiano Checa o por las bodegas de la comarca (Bodegas Peral es una buena opción para visitar libremente o con visita guiada con niños). ¿Pero quieres saber qué nos ha llevado a nosotros a acercarnos a este rincón situado a menos de una hora de Madrid? ¡Conocer la casa de campo del Ratoncito Pérez!
Nosotros dejamos el coche por la zona de la comisaría de la policía local (por la calle San Roque) y así nos evitamos tener que estacionarlo en un parking de pago. Después fuimos andando hasta la plaza mayor y de ahí nos encaminamos al museo de la piedra (niños gratis y adultos tres euros).
Desde este punto, cogimos el camino que lleva a la ermita del Cristo (se puede visitar por dentro) y torcimos hacia el camino de la izquierda directos a la zona de pinares. La distancia no llega a un kilómetro, así que se hace muy fácil para los niños e, incluso, puedes ir con el carrito.
En cuanto veas unos columpios y un tobogán amarillo (seguro que tus retoños son como las mías y tienen un radar para detectar cuándo hay un parque cerca), cuélate entre los árboles y comienza a mirar arriba y abajo porque en cualquier sitio puedes encontrarte una sorpresa.
Mi hija de 8 años estaba emocionada no, lo siguiente. Se le movía un diente y pensaba que quizás, si se le caía allí in situ, el mismísimo Ratoncito Pérez iba a salir para recogérselo y darla la moneda de un euro que habitualmente deposita debajo de su almohada.
No tuvimos suerte, pero eso no rompió la magia de esta visita. Y es que no solo encontramos la casa del Ratoncito Pérez con valla incluida, también la de la Sra. Pérez y la de algunas de las hadas (Cloe, Gabriela, Teresa…) que ayudan a nuestro amigo a cumplir con sus funciones.
Después de ver en detalle, observar, volver a mirar dentro de cada una de la casas y esperar para ver si pasaba algo, mis hijas debieron de pensar que el Ratoncito Pérez y demás familiares y amigos se habían ido también de ruta porque se fueron a jugar en los columpios que hay en este parque forestal de Colmenar de Oreja mientras papá y mamá sacaban todo para montar nuestro tradicional picnic.