¿Qué tendrán los espectáculos de magia que siempre consiguen sorprender a todo el que asiste a verlos? Si además de dejarnos sin respiración y con los ojos abiertos como platos logran emocionar… ¡el cocktail es totalmente explosivo! Y eso es lo que consigue el mago Yunke en su espectáculo Hangar 52 Revolution.
La revolución de mago Yunke sobre el escenario
¿A quién no le gustaría realizar un viaje en el tiempo? Con un poco de imaginación, unas dosis de creatividad y, sobre todo, con mucha magia el mago Yunke (hasta el 6 de enero en Ifema Madrid) hace que nos traslademos desde Egipto hasta China o de los descubrimientos de Leonardo DaVinci a los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial en poco más de hora y media (descanso de 15 minutos) que dura su espectáculo Hangar 52 Revolution.
Y es que cuando piensas que ya lo has visto todo en el mundo de la magia (quizás un poco prepotente por mi parte), llega el mago Yunke y te descoloca. Piensas que te ‘sabes los trucos’, que puedes intuirlos, que hay un segundo fondo, que vas a localizar la trampa, pero Salvador Vincent (verdadero nombre del mago Yunke) te impresiona con sus números de magia.
Chica que se mete en una caja minúscula y él le lanza flechas o le atraviesa unos pinchos de fuego o chica que desaparece de un arca para aparecer después en una silla tras pasarle por encina una sábana. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo puede ser?
Otro clásico, aunque para mis hijas ha sido nuevo y quizás por eso les ha llamado la atención tanto, despojarse de una camisa de fuerza mientras permanece colgado boca abajo y en la pantalla del escenario hay una cuenta atrás que avisa que de no hacerlo su vida correrá un gran peligro. ¡Tensión máxima!
Pero Hangar 52 Revolution es mucho más que un show de magia, es un montaje en el que las nuevas tecnologías lo hacen aún más grande, potente y poderoso. La música engancha y activa al espectador desde el minuto uno, las imágenes que se proyectan en la gran pantalla sirven de introducción a los distintos números de magia y nos hacen pensar y reflexionar (¿Valoramos realmente lo que tenemos? ¿Estamos cuidando a la madre Tierra como deberíamos?) y en el intermedio hay una ‘Kiss Cam’.
Otro elemento que hace que la audiencia conecte con este mago que desde los 7 años tuvo claro que su sueño, su meta y su vida iba a ser la magia y que debe su nombre a la profesión de su abuelo (era herrero y trabajaba con el yunke) es la cercanía que transmite desde el escenario. En todo momento está pendiente de los que están/estamos enfrente y hasta en cinco ocasiones pide voluntarios para que le ayuden en sus trucos (no nos atrevimos a levantar la mano ninguno de los cuatro je, je, je).
Y sin querer hacer spoiler y desvelar mucho más, te diré que el final de la primera parte es impactante (te quedas pensando por qué hay que parar ahora) y el de la segunda totalmente emotivo. Y es que como ya te he dicho Hangar 52 Revolution es un espectáculo que sorprende y emociona. Así lo pienso yo y creo que todos los espectadores – desde niños pequeñitos hasta un abuelito de unos 90 años que no se quiso perder esta propuesta escénica- que no pudimos resistirnos a levantarnos para que nuestro aplauso sonará más fuerte y le llegase al mago Yunke.
Por cierto, pregunta obligada al final del show que os haréis todos: ¿Cuál ha sido vuestro truco favorito? En casa, y esto me encanta, cada uno ha seleccionado uno distinto, una muestra de que cada uno percibe el mismo espectáculo de diferente manera.