Nunca antes me había sentido tan identificada con el argumento de una obra de teatro. Y es que ‘Ring, ring, cuénteme’, basada en los cuentos del autor italiano Gianni Rodari, cuenta la historia de una madre intrépida reportera de viajes que echa de menos a su hija y por las noches la llama para relatarla todos los países a que ha visto. ¿No os suena de algo?
Cuentos de Gianni Rodari para buscar al niño que llevamos dentro
Salgo de trabajar a las 18.00 horas de la tarde (los viernes a las 15.00 horas) y lo primero que hago es llamar a casa para ver qué tal están mi mariposa y mi mariquita. Ellas me van adelantando (luego cuando llego a casa me lo vuelven a contar) lo que han hecho en el colegio y yo les comentó cómo me ha ido en mi trabajito. Son conversaciones de teléfono que ‘no aportan nada’, pero que si un día se me olvida hacer… ¡me regañan cuando me ven!
Mi vida es como la de cualquiera de vosotras que está leyendo este post y quizás también como la de la señora Bianchi, la protagonista de la obra ‘Ring, ring, cuénteme’, basada en uno de sus libros más conocidos del pedagogo italiano Gianni Rodari, del que se cumplen 100 años de su nacimiento. Esta madre trabajadora llama todas las noches a su niña Paoletta a las nueve en punto para contarle una nueva historia desde una cabina de teléfono (entonces no existían los móviles, ni falta que hacía…).
‘Una de las cosas que hace especial esta propuesta es la poética estética del montaje a través de una escenografía que concentra el universo de la obra dentro de un antiguo baúl sorpresa, de cuyos cajones asoman curiosos elementos y diminutos protagonistas: el capitán Juanito Pierdedía, el desmuchacho o el hombrecillo de mantequilla son algunos de los personajes que acompañan a la Señora Bianchi en sus viajes creando un ambiente muy simpático y ensoñador’, dice Natalia Erice, actriz que da vida al único personaje de ‘Ring, ring, cuénteme’.
En esta versión se ha querido hacer un homenaje especial a tantas mamás trabajadoras que tienen que conciliar sus facetas laboral y familiar, sin descuidar una parte fundamental de la educación, como es el juego a través de historias y cuentos que siembran en sus hijos el lado mágico de la vida, tan necesario de cultivar en la infancia. ‘Más allá de esta elección, también los padres se sentirán reflejados ya que, afortunadamente, madres y padres forman equipo en la mayoría de las familias actuales. En definitiva, pequeños y adultos (con o sin hijos) se sentirán identificados con la obra, ya que Rodari apelaba en sus cuentos al niño que todos llevamos dentro’, añade Erice.
El secreto para contar historias
Natalia Erice es la actriz encargada de dar vida a este, por momentos, histriónico personaje. En casa ya la conocemos por ser también la de protagonista de ‘La habichuela Isabela’, una obra de teatro que intenta transmitir a los niños la importancia de comer sano.
Erice posee una amplia variedad de recursos que, como no podía ser de otra manera, muestra una vez más en este montaje. ‘Me apoyo en distintas voces para recrear cada historia y dar vida a los personajes que la habitan, me desdoblo casi en diez seres diferentes, una locura muy divertida’, explica.
¿Su secreto para contar historias y que eclipse al público? ‘Lo principal es que aquello que quieres contar te emocione y motive, porque así llega de forma más viva y directa al público’, comenta la fundadora de la compañía Trastapillada.