Si estáis enamorados de la cocina china tradicional y sueñas con comer dimsum o goyzas todos los días, el restaurante asiático del que hoy te vamos a hablar te va a gustar. Hemos realizado una visita a Shangrila Dimsum  y nos ha encantado por muchas razones.

Shangrila Dimsun, restaurante asiático con comida casera

Una de las buenas cosas que tiene Madrid es su increíble oferta de ocio. La ciudad ofrece una amplia selección de obras de teatro, de librerías, de tiendas y, sobre todo, de restaurantes. Entre los diferentes locales de gastronomía, los de comida asiática abundan por el centro y quizás por eso resulta complicado escoger uno que realmente merezca la pena.

Ahora que mis hijas ya son más mayores y se han ‘hartado’ de pasta y hamburguesas o más bien diría yo que quieren conocer sitios nuevos, hemos ampliado nuestros horizontes para encontrar sitios más ‘exóticos’.

Y como a papá y mamá la comida asiática nos llama mucho la atención, les propusimos probar la carta de Shangrila Dimsum porque nos habían recomendado este restaurante por su calidad y precio. ¡Y ha sido todo un acierto!

Nuestras recomendaciones en Shangrila Dimsum

El sitio está situado en una calle paralela a la Gran Vía (Calle Leganitos, 26) con lo que es una propuesta perfecta para cualquier día que estés por el centro de compras y se te eche la hora de la comida encima. No se puede reservar, así que según el día que te acerques tendrás que esperar alguna que otra cola.

Nosotras fuimos un viernes a las 15.00 horas y cogimos sitio sin problema. También es cierto que como el servicio es rápido, hay mucho movimiento.

Entre nuestros platos seleccionados no podían faltar los entrantes, ya sabes, los famosos dimsum y las goyzas, como te he comentado al principio. Después nos decantamos por los tallarines fritos y los fideos. Y, como segundo, el pato asado.

Las cantidades son bastante grandes y se agradece que la comida no sea nada pesada ni grasienta. Además, nos pusieron palillos, pero una servidora prefirió el tenedor y el cuchillo de toda la vida. ¡Soy nula y no será porque no lo he intentado!

Para el pato, un plato que nunca nos lanzamos a hacer en casa, te ponen verduras, salsa y fajitas para aquellos que quieran preparárselo como si fuera rollito.

Y después de Shangrila Dimsum…

E igual que te decimos todas las cosas buenas que tiene Shangrila Dimsum, te vamos a contar esos aspectos en los que quizás pondríamos un pero y han hecho que en casa no le demos la máxima puntuación a este restaurante de comida asiática.

Por ejemplo, el local, aunque tiene dos plantas, no es muy grande y las mesas están un poco juntas (de reojo puedes ver lo que están comiendo los de al lado). Lo vemos más para grupos reducidos, máximo 8 personas, pero no para uno más extenso de 12 individuos.

En cuanto a la comida, quizás la parte más floja son los postres (¡nuestro pecado!). Solo tienen dos tipos de mochis. Por otro lado, pedimos infusión y solo tenían tés (nosotros somos más de bebidas sin teína). ¡Echamos de menos un rooibos o un clásico poleo menta!

Aún así, nos gustó y por eso hemos querido dedicarle un espacio en Family Time. Por cierto, ¿sabes lo que hicimos después de comer en Shangrila Dimsum? Para bajar la comida nos acercamos al parque de Plaza España y después fuimos a dar un paseo para ver el atardecer en el Templo de Debod.

Sin duda, ¡día redondo!