El teatro infantil peca a veces de convertirse en algo demasiado superficial, por desgracia para niños que quizás se estrenan por primera vez en estas artes y para los adultos que les acompañamos con ilusión.

Quizás porque de siempre hemos sido asiduos a la cartelera madrileña (fue algo que me inculcaron mis padres desde bien pequeña y he mantenido hasta la actualidad), mi pensamiento crítico se ha acentuado y en casa no nos conformamos con cualquier propuesta.

Por ello obras como ‘Soñando el carnaval de los animales‘, hasta el 5 de enero en el Teatro Español, creo que, además de ser una pieza redonda, es un soplo de aire fresco entre tanta superproducción o montajes que se crean rápidamente para satisfacer al público que en estos días está ansiado por llenar su agenda familiar de planes.

Por qué nos ha gustado ‘Soñando el carnaval de los animales’

Impresiona ver la sala principal del Teatro Español repleta de familias para asistir a una representación de un montaje infantil en el que no hay ninguna cara conocida entre el elenco de actores/músicos ni tampoco está basado en un best-seller o en una película de Disney.

Esta circunstancia ya nos da una pista de que lo que estamos a punto de presenciar desde nuestro asiento en la fila 8 del patio de butacas ha despertado el interés de muchas personas amantes del teatro.

Aparentemente, ‘Soñando el carnaval de los animales’ es una obra sencilla en la que 11 músicos interpretan perfectamente 15 piezas de manera sucesiva mientras que sobre las tablas aparecen y desaparecen animales convertidos en títeres y con un aspecto casi real.

Espectacular el momento en el que un elefante de 3 metros asoma por un lateral y aquel en el que un tiranosaurio rex de 12 metros invade en el escenario dejándonos a todos sin palabras, o mejor dicho, soltando por nuestra boca múltiples onomatopeyas de asombro, sorpresa y admiración.

La combinación de música – los músicos se integren activamente en el espectáculo, jugando, entrando, saliendo e interaccionando con los títeres – y de marionetas convierten a ‘Soñando el carnaval de los animales’ es el mejor espectáculo original y diferente. En definitiva, una propuesta muy recomendable para pequeños y mayores.

Si tuviera que ponerle una pega sería su duración. Nos gustó tanto a los cuatro miembros de la familia (dos adultos, una niña de 9 años y otras de 13 años) que los 45 minutos aproximadamente que dura el montaje se nos hicieron cortos, muy cortos. ¡Este es el camino a seguir para los montajes infantiles!