Habíamos oído hablar de los Lapbooks, pero hasta este año que mi hija mayor ha empezado cuarto de primaria no nos había tocado meternos de lleno en este apasionante mundo de libros con solapas. Se trata de una actividad que cada vez se utiliza más en los centros escolares para trabajar con los alumnos distintas materias y que tiene un montón de beneficios para los niños. Te contamos cómo nos hemos enfrentado en casa a nuestro primer Lapbook y te damos ideas originales y creativas para crear el tuyo propio.
Cosas que hay que tener en cuento cuando crea Lapbooks
Detrás de un proceso de creación de un Lapbook hay mucho trabajo y, sobre todo, hay mucha organización. No consiste en recortar y pegar sino en estructurar muy bien la información y saber qué lugar tiene que ocupar en este desplegable.
Un Lapbook tiene que ser muy visual, para que casi la información llegue a nuestro cerebro sin tener que leer lo que pone; también debe de ser y estar muy organizado, porque no es cuestión de incluir muchos detalles sino de que tenga una coherencia sobre el tema central (puede ser de matemáticas, de ciencias, de religión, de conocimientos de medios, de geografía, de animales, de comidas, de música…).
Yo lo definiría como un proceso en el que el niño tiene que ser capaz de transformar las palabras (en nuestro caso basado en el libro ‘El robo de la copa del mundo‘, que puedes descargarte en la plataforma de libros gratuitos Weeblebooks) en imágenes. Eso sí, antes de ponerte manos a la obra, tendría en cuenta una serie de aspectos relevantes:
– Crea un pequeño boceto. Antes de ponerte a pintar o pegar adornos en la cartulina, nosotras realizamos un pequeño esquema en un folio en blanco para definir las partes que incluiría este díptico.
– En paralelo o, una vez que tengas tu pequeño esquema, puedes buscar en internet más información sobre tu tema a tratar para ver si puedes añadir algo más o se te ha pasado algo muy importante.
– Ahora que ya sabes lo que vas a contar, toca pensar cómo lo vas a hacer. Piensa en los materiales que vas a necesitar y ¡hazte con ellos!
– No pegues todos los apartados de una vez. Si los tienes creados, ve sobreponiéndolos sobre la cartulina. Quizás puede haber algún cambio de tu idea original que mejore vuestro trabajo (a nosotras nos pasó).
– Y, por último, nuestra experiencia nos dice que dejes la portada para el último momento, para evitar quizás que se estropee lo de dentro.
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Beneficios de que los niños hagan Lapbooks
Tengo que reconocer que me ha sorprendido todo lo que mi hija ha aprendido a través esta actividad. Y es que, aunque yo he estado a la sombra pero ella sabía que podía contar conmigo para lo que necesitase, ha sido ella solita la que ha dado forma casi al 100% a este trabajo para el colegio. La experiencia ha sido muy buena y, sobre todo, muy divertida y educativa.
- Fomenta la responsabilidad. Y es que tras visualizar varios vídeos en Youtube de cómo es el proceso de creación de esta manualidad, mi hija se dio cuenta de que no era cosa de diez minutos, que había que dedicarle tiempo, esfuerzo y que había que tener mucha paciencia.
- Favorece el estudio. Se trata de una forma lúdica de aprender y asimilar nuevos conceptos o conocimientos sin necesidad de tener que memorizarlos forzosamente.
- Desarrolla su creatividad e imaginación. El contenido es importante, pero también lo es la manera de presentarlo, de ahí que mi pequeña se emplease a fondo para mostrar algo realmente original.
- Ayuda a sintetizar conceptos y a estructurar la información. En el Lapbook hay que incluir la mayor información respecto a un tema propuesto, así que hay que tenerlo todo muy claro para que entre en este tríptico y se entienda perfectamente.
- Potencia la motivación. Según el proceso de creación va avanzando y todo va teniendo forma y sentido, el niño se sentirá más confiado y motivado para entregar un trabajo final redondo.
Te animo a que si aún no habéis hecho ninguno por imperativo escolar, selecciones una temática y pruebes a crear uno. Puede ser una actividad familiar de lo más entretenida.