Si ‘La noche del 24, el musical’ en el Teatro Luchana hasta el próximo 6 de enero se hubiera inspirado en alguna película, probablemente sería ‘La vida de Brian’. Y es que el humor, el sarcasmo, el misterio y el relato navideño y el baile son los ingredientes principales de este espectáculo familiar que pone sobre la mesa el verdadero significado de la Navidad.
Qué es ‘La noche del 24, el musical’
El musical va al origen de todo. Deja a un lado los elfos, Papá Noel y el resto de seres mágicos que han inundado nuestra Navidad y vuelve al pesebre, al portal de Belén, a los pastores, los Reyes Magos y el ángel Gabriel. Y así un oficial de Herodes, Aarón, nos guiará por todos estos personajes mientras trata de interrogar a todos y cada uno de los testigos de esa noche, de la noche del 24 de diciembre, a fin de dar con el Mesías, el Niño Jesús.
A lo largo de esas conversaciones, que se mezclan con música, canciones y bailes, el oficial se dará de bruces con su propia esposa, que es precisamente uno de los testigos. Este espectáculo, que hace unos meses recibía el premio al mejor musical familiar dentro de los premios de Teatro Musical (los ‘Goya’ de los musicales) está no tanto centrado en la religión como en el espectáculo, aunque a primera vista pueda parecer lo contrario.
Para quién está recomendado ‘La noche del 24, el musical’
Aunque está recomendada para todos los públicos y está calificada como una función familiar, algunas escenas, gestos o lenguaje, sobre todo en aquellos momentos que tienen que ver con momentos del interrogatorio o con los consejeros de Herodes, nos llevan a plantear este musical para niños de más de 6 años.
Eso sí, a esta puesta en escena no le hacen falta ostentosos recursos ni un despliegue tecnológico o audiovisual excesivo. Con apenas unos cuantos objetos recreados en cartón es suficiente para dar vida a un pesebre, una posada y una sala de interrogatorios. Menos es más y en la sencillez del espectáculo reside su éxito.
Con todo, ‘La noche del 24, el musical’ destaca por las voces de sus artistas y por poner en
valor, como pocos lo hacen, el sentido real de esta época del año.
